Nuria, de 41 años, es arte puro. Es comercial pero desde siempre ha sido bailarina en el mundo artístico. Además, cuenta con una peculiaridad: su baile es enfocado a la seducción. Es algo que lleva en la sangre y como tal, tiene referentes: "Yo trabajo a nivel terapéutico, hago talleres para mujeres y trabajo temas como la feminidad, la sexualidad...". No escondía sus nervios antes de conocer al soltero con el que tendría la cita en 'First Dates Hotel'.
Por otro lado está Giorgio, un italiano de 38 años que reside en Ibiza: "Doy entre comillas miedo, pero cuando me conoces soy un payaso". Además, viene de un barrio un poco complicado y el boxeo le enseñó valores que a día de hoy los tiene muy intrínsecos. Se considera una persona muy sexual: "Disfruto si veo a la otra persona disfrutar. Soy muy altruista".
Al verse por primera vez, la química parecía existir desde el primer momento entre los dos. Han hablado de todo un poco y han brindado, antes de sentarse a cenar y charlar tranquilamente. Giorgio le confesaba que era guardaespaldas de alto standing: "¿Hoy estoy protegida entonces?", bromeaba Nuria. Una Nuria que le preguntaba a su cita si le gusta hacer striptease y se dejaba para el final desvelarle su verdadera pasión.
No podía faltar el momento del jacuzzi. Era en ese preciso instante cuando Nuria le confesaba que era bailarina sexual. De repente, ambos se besaban apasionadamente. Pasión, desenfreno... y fantasía. Hasta que los dos iban a la habitación y Nuria le mostraba sus dotes de baile enfocado a la seducción.
A Giorgio no le podía haber encantado más. Por último, los dos se pegaban un ardiente baile al más puro estilo italiano. Ya tirados en la cama, apagaban las luces y se dejaban llevar por la oscuridad...