Todo el que entra en el 'First Dates Hotel' tiene claro que en algún momento tendrá una cita a ciegas, pero no sabe con quién. Como les pasaba a Quico y Anya, que se conocían en el restaurante e iba a tener más cosas en común de las que pensaban.
Quico, con 41 años, trabaja como masajista erótico y también le encanta escribir. "Soy un erotómano", confesaba este, que aseguraba buscar en nuestro programa una amistad romántica. Soy muy sensual, me gusta mucho el erotismo, pero no es que tenga yo unos gustos muy complicados".
Para ello iba a conocer a Anya, creadora de contenido especializada en educación sexual y relaciones de 42 años, que confesaba cómo han sido sus relaciones hasta el momento: "Casi todas las relaciones que he tenido han sido abiertas, nunca me he preocupado de la exclusividad. En el sexo soy bastante abierta, me gusta experimentar muchas cosas".
Y, tras conocerles un poco, ambos se encontraban en el restaurante de nuestro hotel y ella le sacaba parecido a un dibujo animado muy conocido. Ella se interesaba por lo que hace un masajista erótico, algo que este le explicaba. "Es interesante", decía ella, que esto le despertaba curiosidad.
Anya, que confesaba tener un humor que no todo el mundo entiende, ponía a prueba a su cita. “Estoy buena, no necesito ser maja ni inteligente”, le decía ella, algo con lo que Wuico se reía aunque no sabía cómo tomarse: "Lo dice como muy fría, me parece un poco arrogante". Pero, poco a poco él iba pillando el sarcarmo de su cita: "Tiene un humor un poco cabrón, pero me gusta".
La cita terminaba derivando en hablar de sexo y sus gustos en las relaciones. "Puedo tener una relación abierta, no tendría ningún problema", aseguraba él, que terminaba preguntándole a ella "si el tamaño importa".
"Ha llevado la cita muy bien y esto es un gran punto a favor", reflexionaba Anya tras la cita, por lo que terminaba accediendo a que Quico le diera un masaje: "Cada uno da una manera el masaje erótico".
Pero lejos de que esto se convirtiera en un momento erótico, Anya confesaba lo que había sentido en el momento del masaje: "No ha sido el mejor que me han dado en mi vida, pero me lo he pasado bien. Para mí ha sido mucho más cómico que erótico, es más, de erótico del 1 al 10 le doy un 0".
Tras esto, llegaba el momento de tomar la decisión final tras su cita en 'First Dats Hotel', en la que ambos coincidían.