El pasado fin de semana una noticia sorprendía a los colaboradores de 'Fiesta'. Maite Galdeano, la madre de Sofía Suescun, se reunía con alguien que en su momento fue muy cercano a la familia y con quien las cosas no acabaron demasiado bien: Alejandro Albalá. El encuentro salía a la luz gracias a una fotografía en la que ambos posaban juntos y sonrientes, y era el propio Albalá, que se encontraba en plató, quien reconocía que se había reunido con Maite durante más de tres horas:
''Estuve con Maite ayer, la verdad que me ha contado cosas. Recibí una llamada por la tarde de un amigo, se puso ella al teléfono y decidimos hablar. Ella me pidió perdón por todo lo que había dicho de mí, le dije que no pasaba nada, que no soy una persona rencorosa. Quedamos, estuvimos un buen rato. Me dio pena ella, de verdad. La estuve ayudando porque Kiko y Sofía le han cortado la línea del móvil, le han dejado un poco abandonada, no tiene a quien acudir''.
Días después, era Maite Galdeano quien se sentaba en el plató de '¡De viernes!' para dar una versión de los hechos muy distinta a la que dio el ex novio de su hija el pasado fin de semana. Maite, preguntada por los colaboradores del programa sobre ese sorprendente encuentro, llegó a asegurar que tanto Albalá como el amigo de este le habían hecho una encerrona para encontrarse con ella y luego poder contarlo en su programa.
Alejandro, que escuchaba desde la otra punta del plató el resumen de la entrevista a Maite en '¡De viernes!', no podía controlar su rabia y estallaba con Emma García:
"Esto no lo pienso consentir, las cosas no son como ella las contó ayer, está intentando dejarme mal, de oportunista, y no es así. Yo cuando hablé con Maite encontré a una mujer destrozada que me dio mucha pena y a la que intenté ayudar, pero ahora veo que son todos unos montajistas, que lo que querían era dejarme a mí mal. Yo ya no me creo ni a los Galdeano, ni a los Suescun ni a los Jiménez".
El ex novio de Sofía Suescun y colaborador de 'Fiesta' ha ido más allá. Alejandro no solo ha explicado que fue Maite quien quiso comenzar una conversación con él a través de la llamada del amigo en común, si no que además la navarra le habría estado llamando insistentemente durante esta semana:
"No ha sido un encuentro casual de un día, me ha llamado durante toda la semana, me ha mandado mensajes, me ha mandado audios... El día que nos vimos me pidió perdón por todo lo que había dicho de mí durante todo este tiempo, pero ahora me doy cuenta de que se ha estado aprovechando de mí para que yo me pusiera públicamente de su parte y dijese en televisión lo que a ella le interesaba".