Continúa la tensión en torno a la casa en la que podría estar escondido Carlos Navarro, ‘El Yoyas’. La tarde del sábado, un equipo del programa vivió un encontronazo con el padre de este prófugo de la justicia y el entorno de Carlos continúa amedrentando a nuestra reportera Arabella Otero y al equipo que se encuentra con ella.
Cuenta Arabella que, minutos antes de conectar en directo con el programa, estaba descansando en el coche, con la puerta abierta y los pies estirados. Un coche ha acelerado y ella ha tenido que cerrar la puerta rápidamente. Si no lo llega a hacer, no sabe qué habría pasado. Después, ha recibido insultos y peinetas por parte de los integrantes del vehículo.
La reportera reconoce el coche porque lleva dando vueltas desde el viernes, tal y como nos informa, pero hay otros tres o cuatro coches más y también una furgoneta blanca. Ella reconoce al copiloto como alguien que forma parte del entorno del Yoyas: “Nos amedrentan para que nos vayamos”.
Carlos Navarro tendría un modus operandi cuando se siente observado. Se suele encerrar unos cinco o seis días sin salir de casa y sin frecuentar esos sitios en los que ha sido visto. Compra conservas, se alimentaria de latas de conservas durante esos días hasta que vuelve a salir, le vuelven a ver y hace el mismo ritual.
Emma García charla con la reportera después de llevarse este susto: “Cuando terminamos ayer el trabajo, no te puedes dormir al pensar en todo lo que podría haber pasado y no ha pasado. Tego una familia que ve el programa, unos compañeros que desde allí no pueden hacer nada y me pongo en el lugar de las personas que lo han visto y no se han acercado a una comisaría. No podría dormir por la noche porque esta persona sigue prófugo de la justicia y riéndose de todos nosotros”.
Por su parte, Fayna Bethencourt, con quien hablamos la tarde del sábado, continúa esperando a que se produzca la detención de Carlos. Ha escrito un comunicado a través de sus redes sociales en el que pide a las autoridades pertinentes que lleven a cabo el registro de la propiedad en la que podría estar escondido Carlos.