La historia de los actuales Reyes de España es una auténtica historia de cuento. Para datar el inicio de su relación nos remontamos al año 2003. Por aquel entonces, Felipe aún era príncipe y ella una valorada periodista que presentaba los informativos.
Cada día, Letizia llegaba a las televisiones de toda España, también a las de palacio. Felipe quedó prendado de su manera de contar historias y quiso conocerla. Y, para ello, entró en juego la figura de una celestina.
Fue en casa de Pedro Erquicia, periodista y amigo del príncipe, cuando coincidieron por primera vez. Organizó una cena a la que acudió don Felipe y a la que ella también estuvo invitada como periodista. El anfitrión les sentó juntos con la excusa de que eran los asistentes más jóvenes.
Una testigo de la velada ha compartido cómo fue aquel primer acercamiento entre ellos: “Hablaban de cine, de música, de temas de actualidad… Hablaron mucho tiempo entre ellos y no paraban de reírse”.
No obstante, aquella noche no se dieron los números de teléfono, y tuvieron que esperar unas semanas hasta verse de nuevo, esta vez, en los Premios Príncipe de Asturias. De nuevo, tiempo después coincidieron una vez más en el desastre del Prestige.
Meses después, Letizia fue destinada a Iraq. El príncipe seguía todos sus reportajes. Fue entonces cuando decidió mandarle el primer mensaje. A la vuelta de la periodista a España, comenzaron un romance clandestino.
Después de mantenerlo en secreto durante meses, decidieron dar el paso. Felipe se reunió con sus padres, por aquel entonces Reyes de España, para contarles que había conocido al amor de su vida. La Casa Real publicó entonces el anuncio del compromiso.
“Me da muchísima alegría poder manifestar lo feliz que me hace nuestro compromiso”, decía él visiblemente ilusionado. “Es una decisión madura fruto de reflexiones muy intensas y, sobre todo, el peso y la solidez del profundo amor que nos tenemos y del proyecto en común que iniciamos”, añadía ella.