Hace algo más de un año que desde Buckingham se anunciaba que a Carlos III se le había detectado cáncer de próstata. El monarca, que en un primer momento se mostró "optimista", ha ido comprobando con el paso del tiempo que se trata de una enfermedad que puede alargarse y que los tratamientos no siempre funcionan como se espera.

Y es que Carlos III decidía un año después del anuncio interrumpir el tratamiento de quimioterapia para, tal y como contaba Concha Calleja en exclusiva en 'Fiesta', probar con tratamientos alternativos sin base científica.

Concretamente Concha Calleja explicaba que el monarca iba a someterse a una tratamiento que ya defendió en el año 2004 y que se conoce como 'terapia Gerson':

''Es una terapia que fue muy rompedora, pero no tiene base científica. Él mismo llegó a defender a una señora que tenía un cárcel terminal y se curó (...) Él le ha dicho a los médicos que quiere parar porque tiene que dejarlo para hacer este tratamiento alternativo, quiere hacerlo (...) Durante tres semanas cada día un enema de café, luego 13 zumos al día, el máximo de litros que pueda. Es una limpieza absoluta. Luego una inyección de extracto de bacalao y B12. El tratamiento le cuesta 4.900 euros por semana y 20.000 euros las inyecciones que van a parte''.

Como era de esperar, este tratamiento tan peculiar podía tener consecuencias para su salud y las ha tenido. Concha Calleja ha traído una vez más información exclusiva al programa de Emma García:

"Ha estado efectivamente ingresado como explicaban esta semana desde palacio, ellos han intentado quitarle gravedad al asunto pero lo que a mí me cuentan es que él lleva ya dos semanas sin acudir al hospital a recibir el tratamiento que le aconsejan los médicos, la quimioterapia. La terapia que contamos aquí el otro día, y que él ha escogido, le ha sentado mal y os puedo contar que la cosa es más grave de lo que ellos han contado. Las pruebas que le han hecho lo que dicen es que el cáncer no ha remitido y debe retomar su tratamiento de quimioterapia".