Amalia de Holanda, heredera al trono de los Países Bajos e hija mayor de los reyes Guillermo y Máxima, ha dado un gran paso a nivel internacional en cuanto a su futuro royal se refiere.
La joven, que acaba de cumplir 21 años, ha acudido al acto por el que se celebraba el 80 aniversario de la liberación de Auschwitz, con un ‘look’ negro de lo más interesante que ha hecho que sea una de las mujeres que más ha destacado por su elegancia, informa 'Vanitatis'.
Aunque siempre se ha situado unos pasos por detrás de sus padres durante la ceremonia, todas las miradas eran para ella. Muchas personas son las que ya han visto un cambio en la heredera a diferencia de otros actos que ha podido protagonizar.
El tradicional tocado que llevaba en su larga melena rubia, le daba un aire mucho más maduro, algo que ha sido tomado por muchos como un signo de confianza para reinar el país, de lo cual, ella todavía no se ha pronunciado a favor de que sea una realidad cercana. Se trata de una diadema acompañada de un lazo negro de que salía una rejilla típica de las ceremonias en las que se festeja algún enlace matrimonial o visitas oficiales de Estado.
Con un maquillaje sencillo, donde sus pómulos resaltaban más que sus ojos, supo cómo acompañar el simple estilismo que eligió con un accesorio de lo más acertado: unos pendientes de lágrimas de color dorado.
Como mandaba el protocolo, del resto de prendas no hay mucho que destacar, todo era negro y sutil. El abrigo, que tapaba una blazer y un jersey negro, cubría la mayoría del cuerpo de la joven.
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