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Andie MacDowell revela que sufre el síndrome piramidal: el tratamiento está siendo un "milagro"
La popular actriz y estrella de películas como 'Cuatro bodas y un funeral' ha revelado que la han diagnosticado el síndrome piramidal
MacDowell ha asegurado que uno de sus grandes temores era que tuviera que necesitar un reemplazo de cadera tras sentir "un dolor punzante en la pierna"
La intérprete se ha sincerado este pasado jueves 23 de enero en el programa 'The Drew Barrymore Show'
Este pasado jueves 23 de enero, Andie MacDowell, la inolvidable actriz de 'Cuatro bodas y un funeral', se ha sincerado sobre su actual estado de salud en el programa 'The Drew Barrymore Show'.
La estrella de numerosas comedias románticas sufre el síndrome piramidal, también conocido como síndrome del piriforme, una afección causada por la compresión o el pinzamiento del nervio ciático por parte del músculo piriforme que a menudo se manifiesta con dolor, hormigueo o entumecimiento de la nalga y el muslo superior posterior, pudiéndose extender al muslo inferior y a la parte baja de la pierna.
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"Es un músculo que, de alguna manera, presiona mi nervio ciático y se estaba extendiendo hacia mi pierna", ha asegurado MacDowell a Barrymore. Uno de sus grandes temores era que tuviera que necesitar un reemplazo de cadera tras sentir "un dolor punzante en la pierna". "Pensé que tendría que hacerme un reemplazo de cadera. Gracias a Dios, mis caderas están bien", ha señalado.
La intérprete se dio cuenta de su problema de salud mientras hacía ejercicio, cuando empezó a sentir como si su cuerpo "literalmente se estuviera desmoronando". "Terminé con las rodillas y la cadera mal y, pensé que me estaba cayendo a pedazos, como si fuera a tener que comprarme piezas nuevas", ha añadido.
La buena noticia es que, pese al diagnóstico, sus rodillas "están bien". "Eso sí, han envejecido. Ahora estoy entrenando muy duro haciendo fisioterapia", ha declarado.
Para paliar el dolor, MacDowell tiene que someterse a un tratamiento diario de rehabilitación junto a un entrenador personal. "Tengo que trabajar mi pequeño trasero y mis caderas. Lo hago todos los días. Y ya no me duele. Es un milagro. Realmente lo es".
A sus 66 años, no es lo único que ha cambiado en su día a día. Tal y como ha subrayado la protagonista de 'El día de la marmota', ha trasladado su residencia de Hollywood a Carolina del Sur, una zona más tranquila en la que vive "en una comunidad que tiene mucha gente de mi edad", por lo que le resulta "más fácil" hacer amigos y estrechar lazos. "Estoy pasando el mejor momento de mi vida".
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