Edi va muy en serio con Violeta Crespo y buena prueba de ello son las confesiones que ahora ha hecho en las redes. Después de oficializar su relación parece que pareja que surgiera en 'Gran Hermano' no para de dar pasos. El gallego tiene las cosas muy claras o eso es lo que, por lo menos, ha manifestado ante las preguntas de sus seguidores de si hay planes de boda y de tener hijos en un futuro no muy lejano.
Los seguidores de Edi y Violeta, de 'Gran Hermano', desean ver a la pareja pasando por el altar. De ahí que al confirmarse su relación no hayan tardado en preguntarle a Edi por su futura boda, aunque a él le hayan extrañado tantas prisas.
El verles cada reencuentro o los apasionados besos que comparten, les refuerzan lo de que su historia sí va en serio. Sin embargo, con el tema del matrimonio, el gallego tiene una opinión muy concreta y está lejos aún de cambiarla. Hace dos días que formalizamos la relación y ya nos queréis casar. A mí el tema del matrimonio es algo a lo que soy bastante reacio. Sea con Violeta, sea con quien sea sinceramente. ¿Por qué? Lo veo innecesario", ha asegurado.
Pero aunque esta ha sido una idea que siempre también ha tenido clara, puede haber un cambio si todo entre ellos sigue como hasta ahora. El mismo Edi lo ha reconocido así como el giro que su relación ha dado. Si anteriormente era Violeta la que estaba más encima en la casa de Guadalix de la Sierra, ahora fuera es al contrario. El gallego ha sido el que ha pedido formalizar su relación y que está totalmente entregado.
"Que hay que firmar por tema de niños y demás pues se valoraría, pero no sé", ha terminado por admitir el de Fisterra para no cerrar definitivamente una futura boda con Violeta. En su caso a Edi no le hace falta este trámite. "Es algo que creo que ya con la convivencia y el estar día a día con una persona ya es un matrimonio sin firmar nada".
Aprovechando estas confesiones y que le han puesto en un compromiso al responder a esta pregunta, el exconcursante de 'GH' sí que ha admitido que le encanta ir a las bodas de sus colegas, pero la suya la ve todavía lejana. Yo no me lo planteo la verdad porque mi teoría es que la gente lo pasa mejor en las bodas ajenas que en las suyas propias porque estás siempre pendiente de que salga todo bien y no las disfruta. No es necesario para ser feliz".