El próximo 22 de enero se cumple un año del día en el que Sergio Peris-Mencheta compartía a través de sus redes sociales la noticia más dura de su vida. Anunciaba que padecía cáncer, en concreto leucemia, y que estaba recibiendo quimioterapia en el Hospital City of Hope de Los Ángeles a la espera de un trasplante de médula.

Desde entonces, el actor y director de cine ha querido mostrar cómo ha avanzado su enfermedad, desde sus momentos de fortaleza hasta los más difíciles. Tanto Peris-Mencheta como su mujer Marta Solaz han ido actualizando las novedades sobre su estado de salud y su batalla por superar su enfermedad.

No fue hasta el mes de mayo cuando recibió el trasplante de médula. Y aunque no han sido meses fáciles y todavía arrastra muchas secuelas -como se puede observar en el tono más oscuro de su piel-, el intérprete de 'Al salir de clase' se muestra esperanzado. "Por dentro estoy muy bien. Todos los resultados son buenos. La enfermedad ha desaparecido y las analíticas son buenas, aunque aún estoy con mucha medicación", confesaba hace unos días en una entrevista con Cadena Ser.

Su situación ha mejorado tanto que pudo regresar a España para celebrar la Navidad junto a su familia y entorno más cercano. Y ahora, mientras continúa en el país y ante su inminente regreso a Los Ángeles para continuar con su tratamiento, Peris-Mencheta ha acudido al programa 'Culturas 2' de Tània Sarrias para hablar de cómo ha vivido estos últimos meses.

"Ahora vuelvo a Los Ángeles porque tengo que seguir con mi seguimiento médico. Tengo que ir dos veces al mes al hospital para que el médico haga mi seguimiento. Están muy contentos, pero hay que hacerlo", ha comentado el director de cine.

Durante la charla, también se ha sincerado sobre cómo se siente ante su vuelta a casa tras el incendio que continúa azotando al condado. "Cruzando los dedos. Estamos a una manzana de la zona de evacuación por gases contaminantes. Estamos a un barrio del fuego", ha asegurado.

Asimismo, ha hablado sobre su último proyecto profesional y en el que se ha centrado mientras se enfrentaba a la enfermedad. Se trata de su nueva obra de teatro, bautizada como '14.4'. "Cuando mi socia me planteó qué hacíamos, le dije que pensar en otra cosa que no fuera la enfermedad me iba a venir muy bien. Y no solo me vino bien para despejar la mente, sino que también me subía la vibración", ha subrayado.

Eso sí, su delicado estado le impedía volcarse al 100%. "Empezaba hecho polvo los ensayos, con el gotero en la habitación, metiéndome la quimioterapia y a los 10 minutos estaba a tono. Me venía muy bien. Es verdad que cuando acababa necesitaba dormir una siesta de dos o tres horas", ha reconocido en el espacio de Sarrias.

Finalmente, el actor ha querido dar las gracias a su hermano, a quien llama YonYon, ya que fue él quien le donó médula ósea. "Antonio Hernández, mi hermano, que ha sido mi donante, que me ha apoyado durante todo el proceso y gracias al que estoy vivo". Y como no podía ser de otra manera, a su esposa, su gran pilar durante los últimos años, madre de sus dos hijos y en quien se ha apoyado en esta etapa tan complicada. "Y por supuesto mi chica, que ha estado 24/7 conmigo, tratando de colocar a los niños con amigos y con familiares".

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