Patri Pérez y Lester Duque han atravesado la crisis más profunda de su relación, pues él llegó a irse del piso que comparten en Lanzarote tras una de sus broncas más fuertes, que grabaron para su canal de mtmad. Tras unos días en Gran Canaria con sus padres, el exparticipante de 'La isla de las tentaciones' regresó al lado de su mujer y su hijo, Río, dispuesto a luchar por su relación.
Así lo contaron en otro episodio de mtmad, en el que anunciaron que estaban dispuestos a limar sus asperezas y a trabajar por eliminar los problemas que había en su relación y que se habían originado a raíz de que Patri comenzase a hacer prácticas en una escuela infantil, un paso necesario para obtener su título universitario. Al exnovio de Marta Peñate no le gustaba que encargarse a solas del niño durante toda la mañana mientras su mujer estaba trabajando y tampoco hacerse cargo de la mayoría de las tareas del hogar.
El canario se confesaba saturado por la situación y le pedía a Patri que comenzase a hacerse cargo de más tareas y responsabilidades en la casa, pero la catalana alegaba que también tiene una empresa de regalos personalizados que le quita mucho tiempo y que ha estado muchos meses encargándose de Río y la casa por las mañanas. Como no se ponían de acuerdo, los creadores de contenido han decidido acudir a terapia de pareja.
Así lo han comunicado a sus seguidores de Instagram, donde la exparticipante de 'La última tentación' ha compartido una instantánea en la que aparece muy feliz junto a su marido haciendo una videollamada con una terapeuta: "Hoy hemos empezado terapia de pareja online y os puedo decir que me ha gustado mucho. Obviamente hay mucho trabajo que hacer, nos han mandado deberes, así que nos veremos en la próxima sesión".
Patri también ha contado que han tomado esta decisión porque el deseo de ambos es no separarse para que su hijo vea a sus padres juntos como pareja: "Hay que agotar todos los recursos antes de tomar una decisión como la de separarse, sobre todo cuando hay niños pequeños". Y ha terminado aclarando que no se trata de una colaboración publicitaria, sino que es un servicio que han contratado para solventar sus problemas reales de pareja, que les han llevado al borde del divorcio dos años después de pasar por el altar y uno después de convertirse en padres.