Cuando acabó el verano y comprobó que la posibilidad de reconciliarse con Sofía Suescun seguía siendo remota, Maite Galdeano decidió dejar su piso de la playa en La Manga y regresar a su tierra natal, Pamplona, para reconectar con sus amistades de la infancia y volver a visitar a su madre. Quien ha acompañado todo este tiempo a la exconcursante de 'Gran Hermano' ha sido su perrita, Tila, con la que da largos paseos, que es una de sus actividades favoritas ahora, junto a sus visitas diarias al gimnasio, que siempre ha sido su gran pasión.
Es habitual que la madre de Cristian Suescun comparta vídeos en el gimnasio, o bien sola o bien acompañada por alguna de sus amigas de la infancia, con las que vuelve a compartir mucho tiempo. En ellos, se nota su cambio físico; y en los vídeos que comparte paseando se puede ver que ha cambiado de look y que ahora apuesta por los chaquetones, la ropa deportiva, los gorros de lana y las gafas de sol XXL.
Unos estilismos por los que ha sido muy criticada y ante los que la televisiva se ha plantado: "Los que me criticáis y decís que parezco una mendiga... Jesucristo iba en chancletas y era Jesucristo, ahí lo dejo. Venga, criticones, que os va a picar la lengua". Un comentario con el que ha vuelto a erigirse como "la elegida de Dios", un mote con el que le gusta referirse a sí misma desde que saltó a la fama en 'Gran Hermano 16'.
En sus stories de hoy también ha querido mandarle un mensaje a su hija, con la que no tiene contacto desde el verano y a la que puntualmente le lanza pullitas a través de esta red social. Así, enfocando a su perra, ha asegurado que es su "hija, Tila Galdeano" y que sabe que siempre estará a su lado. "Ella jamás me abandonaría, y menos por un macho. Tila es puro amor y está con mamá", ha comentado Maite Galdeano, que está convencida de que Sofía Suescun quiso que se fuera de su casa instigada por su novio, Kiko Jiménez.