Julián Muñoz ha muerto a los 76 años de edad. Con él despedimos una figura que ha protagonizado muchos momentos de la prensa rosa de nuestro país: alcalde de Marbella en los tiempos dorados de la corrupción, amor de madurez de Isabel Pantoja, creador de un estilo propio a la hora de lucir los pantalones y autor de algunas de las frases y coletillas recurrentes del habla popular (por ejemplo, aquel "Dejen en paz a las familias"). Su última entrevista en 'De viernes' era una despedida en la que pedía perdón públicamente a Mayte Zaldívar al reconocer que le quedaba poco tiempo por el cáncer de pulmón terminal que padecía.
Tras salir esa entrevista en público, era su propia mujer Mayte Zaldívar la que confesaba que el exalcalde había sufrido un empeoramiento por el que era ingresado de urgencia en el hospital de Marbella. Un desenlace que ahora se ha precipitado, tal como han confirmado en las últimas horas. Julián deja para la posteridad un impagable legado en todo lo que respecta a la información de sociedad.
Julián Muñoz siempre fue un fan absoluto de la reina de la copla. Por ese motivo, cuando ascendió a la alcaldía de Marbella no dudó en contratar a su ídolo para que ejerciese de imagen institucional de la capital de la Costa del Sol. Entre acto y acto la tonadillera y el edil se enamoraron y vivieron un amor furtivo pero que estaba en boca de todos.
En un primer momento negaron la mayor y la Pantoja incluso paseaba por las calles de la ciudad en compañía de su mujer, Mayte Zaldívar. Sin embargo, aquella bola fue creciendo y creciendo hasta que en el Rocío del año 2003 Pantoja y el acalde se presentaron en sociedad como una pareja formal y enamorada.
Fue precisamente en la época de unión entre Julián Muñoz e Isabel Pantoja cuando ambos protagonizaron algunos de los momentos más emblemáticos de la historia de la información de sociedad. Conviene recordar que fue durante uno de sus paseos, cuando la tonadillera le aconsejó al expolítico que sonriera ante las cámaras dando forma a la la famosa frase de: "Dientes, dientes, que es lo que les jode". En un cabreo monumental del alcalde con las agencias de información soltó aquello de "Dejen en paz a las familias". Conviene no olvidar cuando escapó de Cantora oculto bajo una manta en la parte de atrás de un land rover de la trianera.
Una vez que abandonó la política, Julián Muñoz se reinventó en representante de Isabel Pantoja. En aquellos años embarcó a la folclórica en algunos de sus proyectos más delirantes y discotequeros: por un lado la discoteca 'Cantora Kopas' y por otro el disco de versiones 'chunda chunda' de los hits de la tonadillera. Muchos melómanos no se han recuperado tras escuchar a Isabel Pantoja cantar “Se me enamora el Alma” a ritmo de bakalao.
En sus años de gloria mediática, Julián Muñoz también dejó poso en el mundo de la moda. Cualquier español entiende el concepto "llevar los pantalones como Julián Muñoz". Esto se debe a que en su época como alcalde de Marbella mostró una especial querencia por los pantalones de tiro alto. Sus estilismos se caracterizaban por situar la cintura unos cuantos centímetros por encima del abdomen con una intención fallida de alargar visualmente la silueta y crear una sensación de piernas algo más largas.
Sin nada que envidiar a Jesús Vázquez o a Justin Bieber, a Julián Muñoz los fotógrafos lo pillaron desnudo sobre un yate. Corría el año 2010 y el exedil pasaba sus vacaciones junto a su nueva pareja en Formentera como Dios lo trajo al mundo. 'Las vacaciones de lujo de un insolvente', se titulaba el reportaje.
Genio y figura, Julián Muñoz reingresó en prisión por un vídeo en el que salía bailando sevillanas. Resulta que en en 2016 le concedieron el tercer grado debido a su precario estado de salud. Dos años después se filtró un vídeo de una juerga flamenca pusieron en tela de juicio su estado clínico. Julián ha insistido hasta el final en que aquella noche estaba celebrando un cumpleaños de una amiga y que, tras mucha insistencia, accedió a bailar con ella "solo un momento".