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Almudena Pedreño, la artista que ha dado forma a las tazas de Maison Matcha, la cafetería de Violeta Mangriñán

  • Hablamos en exclusiva con la artista que ha diseñado las tazas del negocio de Violeta Mangriñán

  • Almudena Pedreño asegura haber tenido "muchísima libertad" a la hora de crear estos tazones para Maison Matcha

  • La exconcursante de 'Supervivientes' da un valor añadido a su marca recurriendo a productos manufacturados y artesanales

Violeta Mangriñán se encuentra a punto de abrir las puertas de su proyecto más ambicioso hasta la fecha; un negocio especializado en la venta de su bebida favorita, el té matcha. La exconcursante de 'Supervivientes' lleva tiempo trabajando y esforzándose para conseguir que Maison Matcha sea un lugar en el que todo aquel que lo visite no lo haga con la simple idea de tomarse algo en una cafetería, sino que pueda disfrutar al máximo y vivir una experiencia única con cada sorbo de este brebaje de color verde, famoso por sus múltiples propiedades. Para ello ha contado con la ayuda y el trabajo de profesionales y artesanos como Almudena Pedreño, quien desde su pequeño estudio de cerámica, ha dado forma a las preciosas tazas hechas a mano en las que la influencer servirá esta y otras muchas bebidas

Para ella, trabajar en este proyecto ha sido algo "muy fácil". Reconoce haber tenido "muchísima libertad" en cuanto a la hora de poder diseñar y crear las piezas que ahora forman parte de la vajilla de Maison Matcha. "Tenía la información de marca, los colores, estética del local y con eso yo trabajo en diseños y prototipos. En este caso, el primer prototipo que les enseñé fue el final, así que fue todo rodado", asegura en exclusiva para Outdoor mientras nos enseña imágenes al detalle de los dos tamaños de tazones que habrá en el local de Violeta.

Su vínculo con la extronista de 'Mujeres y Hombres y Viceversa' se produjo a través de un tercero con el que ya había trabajado previamente en otros proyectos. Fue él quien le propuso a la influencer que las tazas hechas a mano por Almudena Pedreño formasen parte de su futuro negocio. "A Violeta la conocí para este proyecto directamente a través de Román, fundador de Murph, que es la empresa que le está llevando mucha de la gestión de Maison Matcha. Ya había trabajado con ellos en otros proyectos y me propuso para crear y diseñar las tazas".

Una a una: así se hicieron las tazas de Pedreño para Maison Matcha

Las tazas que Violeta Mangriñán ha encargado a Almudena Pedreño tienen horas y horas de trabajo. Cada una ha sido hecha con mimo en el pequeño alfar de esta joven de 32 años, para quien la cerámica ha formado parte de su vida prácticamente desde su infancia. "Desde pequeña me ha gustado mucho trabajar con las manos, modelar, pintar, construir... pero llegué al torno de manera muy casual y ya no he podido despegarme", nos cuenta mientras explica cómo acabó abandonando su carrera en el mundo de la música para dedicarse profesionalmente al mundo de la alfarería hace relativamente poco. "Empezó a ocuparme más y más tiempo y a interesarme cada vez más, me formé en diferentes técnicas y cree mi marca. Saqué mi primera colección y abrí el estudio en Madrid. Una vez lo plantee como negocio, empezó todo a ir muy deprisa y hasta hoy, que el estudio cumple dos años", señala.

Estas, como todas y cada una de las piezas que han sido diseñadas, torneadas y cocidas en el horno de Almudena, están hechas una a una. Un proceso lento, cuidado y laborioso del que ella misma ha querido hablar con nosotros.

Para Pedreño, trabajar en el tormo es una forma de evadirse. Y aunque no es la primera vez que se enfrenta a un reto como este, cuando trabaja y entra en contacto con la arcilla se vuelca plenamente en el proyect. "Cuando estás trabajando la cerámica y en concreto en el torno "no hay hueco para nada más". "Es un proceso lento, pausado, que requiere de mucha paciencia y donde la prisa no puede existir", explica.

Sobre las tazas que ha diseñado para Violeta, explica que, desde el principio "queríamos algo muy orgánico" y lo más natural y sencillo posible. "Yo normalmente trabajo con tipos de arcilla que ya de forma natural son muy bonitas. Me gusta no tener que añadirle mucho más y en este caso era lo que se buscaba. Generalmente en mis colecciones trabajo mucho con óxidos, esto hace que cada taza sea única ya que la pincelada siempre es distinta y el color reacciona de manera diferente durante las hornadas. En un principio no las diseñé como una hoja de té, pero sí estaba muy enfocado para que el verde nos recordara al color del Té verde y los colores corporativos de la marca. Todo el proceso lo hago a mano y taza por taza", apunta la artista sobre los dibujos pintados a mano que aparecen en cada tazón.

El resurgir de la artesanía en un mundo de consumo rápido

Vivimos en un mundo hiperacelerado en el que los trabajos artesanales no se valoran. Nos hemos acostumbrado a la inmediatez, a lo barato y a los productos de usar y tirar. Cualquier producto se encuentra al alcance de un solo clic. La globalización y la producción en cadena ha logrado que la figura del artesano se pierda y se desdibuje con el tiempo, haciendo que muchos oficios como el de Almudena Pedreño, sobrevivan a duras penas.

Por este motivo, la ceramista valora tanto que creadoras de contenido (y ahora emprendedoras) como Violeta Mangriñán den visibilidad y apuesten por su trabajo. "Me parece una apuesta. Es algo que valoro mucho, y es algo a lo que no siempre se le da importancia. Por suerte, se le está empezando a dar más valor a los trabajos hechos a mano y al contacto más personal", dice orgullosa. "Es siempre una buena noticia que la artesanía esté en auge y que la gente valore el trabajo hecho a mano", añade.

"Para el momento actual en el que todo es rápido, encontré en la cerámica un medio donde poder ser creativa, donde poder diseñar y que además me balanceaba mucho a nivel personal", confiesa la artesana, que antes de dar el salto a este mundo, se dedicaba profesionalmente a la música. "Como decía antes, estamos acostumbrados a que todo sea rápido y de bajo coste y esto conlleva un ritmo y un impacto medioambiental mucho mayor", continúa diciendo mientras habla no solo del éxito y la salida que están teniendo sus producciones de venta al público, sino también a las formaciones que imparte.

"Los cursos y las clases siempre han ido muy bien y es algo con lo que disfruto mucho", reconoce la alfarera, que también ha enseñado a la propia Violeta a usar el torno.  

Pedreño vive con una felicidad y orgullo inmenso "que grandes marcas estén apostando por un trabajo más honesto y local", algo que ve como "un gran paso". Aunque tras ser preguntada por ello, no cree que la filosofía slow pueda calar tan hondo como para desterrar el modelo de consumo actual: "Honestamente, no creo que se acabe imponiendo, pero con que algunos comiencen y vaya ganando terreno ya se habrá hecho mucho. Siempre hablo de la necesidad de volver a los procesos lentos, conscientes y a su ritmo y ojalá la corriente siga yendo hacía allí".