Arantxa del Sol es la primera concursante confirmada de 'Supervivientes 2024' y muy pronto tendrá que poner rumbo a Honduras para iniciar su nueva aventura profesional en Telecinco, la cadena que la encumbró a la fama con programas como 'Humor cinco estrellas', 'VIP Noche' y 'La batalla de las estrellas' en la década de los noventa. En España, la estarán esperando y apoyando sus hijos, Lucía y Juan Rodrigo, y su marido, Finito de Córdoba, con el que se casó en 2001.

La presentadora conoció al torero en 1999 a través de un amigo en común y él tardó muy poco en pedirle matrimonio en un viaje a México. Dos años después, el 20 de octubre de 2001, estaban dándose el 'sí, quiero' en la iglesia Santa Marina de Aguas Santas de Córdoba, a la que la novia llegó en un Rolls Royce acompañada por su padre y con una hora de demora.

"Esperaré a Arantxa el tiempo que haga falta, este es el mejor paseíllo de mi vida", declaró el feliz novio aquel día, que en el que la lluvia fue la tercera protagonista del enlace, aunque como se dice: 'Novia mojada, novia afortunada'. El refrán le va como anillo al dedo a la presentadora, que cada 20 de octubre recuerda lo feliz que es junto al padre de sus hijos. "Doy gracias por tenerte a mi lado y sacarme la mejor de mis sonrisas", le dijo a su marido en Instagram en su último aniversario.

Tras darse el 'sí, quiero', la pareja abandonó la iglesia en un coche de caballos descubierto desde el que saludaron a todos los cordobeses que se acercaron a curiosear y con el que se dirigieron a la iglesia conventual de San Jacinto, lugar en el que les esperaba el coro rociero de la Paz y la Esperanza y en el que cada uno le hizo una ofrenda a la Virgen de los Dolores: la presentadora, su ramo de novia, y el torero, un capote bordado con la imagen de la misma Virgen, a cuya Hermandad pertenece.

Al enlace acudieron invitados muy famosos del mundo del toreo, como Rafa Camino, El Juli o Enrique Ponce, que acudió de la mano de Paloma Cuevas, que optó por un vestido corto en color rojo con tacones a juego. En total les acompañaron 600 invitados, con los que cenaron en el palacio de Viana, una construcción del siglo XIV. Después, hubo una fiesta flamenca que se extendió hasta altas horas de la madrugada.

El menú no solo estuvo compuesto por delicias cordobesas, tierra de la familia del novio (que nació en Sabadell), sino también por platos de la gastronomía asturiana, tierra de la novia, que también pidió que hubiera gaiteros para sentirse cerca de sus raíces, pues su sueño hubiera sido casarse en Covadonga.

La concursante de 'Supervivientes 2024' le pidió a Lorenzo Caprile que diseñara el vestido de sus sueños, del que ella misma ofreció los detalles en su último aniversario con un post en Instagram: "En raso blanco, corte sirena, godets de gran vuelo y con una cola de 4 metros. El velo, otra joya, bordado en cristales Swarovski. El color y los cristales hace 22 años fueron los dos únicas licencias que nos permitimos. Todas las novias elegían tonos de beige, era la moda… yo lo quería blanco y Caprile estuvo de acuerdo. Quería un vestido sin artificios mientras que el velo llevaba un bordado sencillo pero con ese brillo especial de los cristales".

Para el peinado, Arantxa escogió un semirecogido en el último momento, pues la idea inicial era un un recogido de ondas al agua. Para la fiesta optó por recogerse la larga melena en una trenza. Del maquillaje se encargó su maquilladora de Telecinco, Rosa Navajas, a la que eligió porque siempre le daba confianza antes de salir a plató y quería que le transmitiera lo mismo en ese momento: "Tuvo el gran detalle de acompañarme, embarazada de poco tiempo y se encontraba fatal".