Carlota se había acostado junto a su padre, pero Pedro le comunicó que ese señor que se escondía bajo la manta no lo era: “¡Qué vas a pensar de mí, el otro día te beso y hoy me acuesto con este señor…!”; “Y yo que pensaba que había sido especial… para mí lo fue”, respondía Pedro dejando a Carlota sin palabras.