Gales y Portugal, que han convertido en oro eso de ceder la pelota al rival y jugar a la contra, han saltado al césped con el dilema de si continuar con esa estrategia o tomar el mando. Las dudas las ha despejado Portugal, tirando de galones y de nombre. Y no se le ha dado mal. Sin ocasiones claras, en apenas diez minutos los lusos han sabido anular a su rival con la pelota en los pies y llevar peligro al área de los británicos. Tanto que en el minuto nueve Gales tuvo que hacer un doble penalti a Cristiano y Joao Mario que no vio el árbitro y que podría haber supuesto el primer tanto del partido. Salvo un pequeño arreón de Gales en el primer tiempo y el envite final por la necesidad del marcador, ese dominio inicial de Portugal ha sido el común denominador de casi todo el partido.
Hasta el minuto 18 no ha sido capaz Gales de sacudirse la presión y meterse en el partido. Lo ha hecho con un tiro desde fuera del área de Gareth bale que se fue por encima del larguero. Y como lo de oler gol suele gustar a los futbolistas, Gales ha decidido seguir por ese camino. Primero con un desborde de Bale en el que Cristiano no pudo parar a su compañero en el Madrid y que acabó con un peligrosos centro al área. Y en el 22 con la mejor ocasión hasta ese momento, con un disparo fortísimo aunque algo centrado de Bale que acabó en las manos de Rui Patricio.
Sin goles y con más ganas de controlar riesgos que de ir a por el partido, el primer tiempo ha continuado con reparto de miedos. Mucho toque en el centro del campo y nubes negras en los últimos metros de ambas delanteras. Lo que tiene la precaución es que aporta una estado general de calma que, sin embargo, no es suficiente para detener el tiempo. Y así, mirándose galeses y lusos intentando adivinar quién era el miedoso, quién el precavido, se ha terminado el primer tiempo. Eso sí, no sin que Cristiano tuviera una más en el último suspiro. Centro al segundo palo en el 44 que no llega a rematar bien por centímetros.
Por necesidad o por respeto a la importancia de la cita, los dos equipos han salido mucho más alegres al segundo tiempo. Y mucho más imprecisos. Tras cinco minutos de carreras, faltas y pases errados, Cristiano ha aprovechado un córner perfectamente centrado por Guerreiro para mandar el balón al fondo de las mallas con un cabezazo espectacular. Primer gol de las semifinales y noveno de Cristiano en las Eurocopas, igualando a Paltini como máximo goleador de la competición.
No ha tenido tiempo Gales de asimilar el gol cuando una jugada de contraataque portuguesa ha terminado con un centro-chut de Cristiano que ha cruzado el área británica mansamente para que Nani metiera el pie haciendo el segundo. Ocho minutos de reanudación y un marcador más que complicado para la Gales de Gareth Bale.
La siguiente línea del guion ha venido impuesta por el luminoso. Con una ventaja tan amplia, los lusos han cogido la pelota y han forzado posesiones largas en campo propio y en la medular. Por su parte, Gales ha hecho un cambio ofensivo con la necesidad de llevar mucho más arriba la presión: Vokes por Ledley. Pero buscar la presión alta y tener que jugar con la pelota para hacer daño era justo lo que no querían los británicos. Portugal ha aprovechado esta circunstancia para generar una contra con cada pelota perdida por Gales. En una de esas contras ha tenido Joao Mario una de las mejores para sentenciar el partido, tras un disparo de Nani rechazado por el portero.
Sin tiempo para hacer otra cosa, Gales se ha lanzado a por la portería portuguesa a la desesperada. Dos tiros seguidos de Bale al borde del minuto 80 han sido las dos ocasiones más peligrosas de los británicos. El 11 del Madrid no se ha escondido y ha liderado a su equipo hacia la heroicidad de remontar dos goles en diez minutos. Pero ésa era mucha heroicidad.
Así, con Gales volcada en el área de Portugal con más fe que cabeza, se ha llegado al final. Gran partido de Portugal que, por fin, ha sido capaz a la sexta oportunidad de ganar un partido en los 90 minutos. Cristiano vivirá su segunda final en doce años y, con mucha probabilidad, su última oportunidad de levantar un título con Portugal.