Francia y Alemania, las dos supervivientes del lado duro del cuadro (Inglaterra, Italia o España se quedaron en esa senda tenebrosa), han saltado al césped sin la más mínima intención de especular con la importancia de la cita: una final de Eurocopa en juego. Han salido las dos con toda la intensidad que tenían disponible… pero Francia un poco más. Los galos han ido tan de menos a más en esta Eurocopa que se han convencido de que podían pasar por encima de la todopoderosa Alemania. Y así ha sido. Al menos durante los cinco primeros minutos, que han sido un vendaval azul de presión y desborde.

El premio ha podido llegar de las botas de Griezmann en el minuto cinco, con un remate clarísimo dentro del área que tuvo que sacar Neuer con la punta de los dedos. En ese momento le ha sonado el despertador al equipo alemán. Minuto 12 y primer aviso de los germanos tras una larga posesión, la primera del partido. Y apenas un minuto después, la más clara. Remate desde la frontal al palo derecho de Lloris que se estiró al máximo de sus posibilidades. Un centímetro más allá y ahí se habría terminado la revolución francesa.

Desde ese momento, cada uno se ha puesto ya en el sitio que tenía asignado antes de empezar el partido. Alemania a tocar la pelota en el centro del campo, mucha posesión buscando siempre ser incisivos con pases interiores. Francia, a coger aire tras el arrebato y esperar atrás a que la velocidad de Payet o Pogba les abriera las puertas del contrataque. El problema es que Alemania con pelota y con pasaporte gratis al campo contrario es muy peligrosa. Una internada de Kroos en el minuto 20 ha terminado en una falta peligrosísima de Pogba al borde del área… que el árbitro no vio. Suficiente para meter aún más miedo en el cuerpo galo y llevarles a retrasar todavía más las líneas. Un entramado defensivo que no ha evitado que Alemania encontrara los huecos justos para meter la pelota en el área con peligro.

Francia ha reaccionado justo antes del descanso. Payet y Pogba han ejecutado dos faltas directas prácticamente idénticas. Muy lejano, los dos cogieron puerta obligando a Neuer a hincar la rodilla y blocarlo con las dos manos. Después, Griezmann dentro del área la mandó por encima del larguero y acto seguido Giroud no aprovechó un error terrible de Boateng. El francés se quedó solo delante del área pero dio tiempo a la defensa alemana de llegar in extremis a evitar el mano a mano con el portero.

Y cuando todo parecía que iba a terminar en tablas –qué bonito es el fútbol–, Schweinsteiger ha cometido el mismo penalti que su compañero Boateng en los cuartos de final y ha permitido a Francia llevarse el premio que con tanto ahínco había buscado en un principio. Gol de Griezmann desde los once metros y la anfitriona que se ha ido al descanso sin tener muy claro ni qué falló ni qué salió bien… pero con la ventaja en el luminoso.

El segundo tiempo ha empezado con la misma intensidad de Francia que en el primero. Y otra vez le ha durado cinco minutos. Griezmann ha tenido un tiro dentro del área. Prueba error. No ha llegado el gol y con ventaja en el marcador ha vuelto a darle la pelota a los alemanes, que han vuelto a generar peligro con más ansiedad que cabeza. La misma ansiedad que les ha llevado a destaparse atrás, dejando espacios a Francia para lanzar contras.

El reloj corría y a falta de 20 minutos para el noventa, Francia ha encontrado el camino de la final de París, nuevamente en las botas de Griezmann, con la ayuda indispensable de Pogba. Regate de clase mundial del jugador de la Juve en banda para ponerla en el área y encontrar, después de un rechace de Neuer, el remate a las redes de Griezmann. El del Atlético ha confirmado que es el nuevo héroe nacional de Francia.

De ahí al final, un huracán germano contra el área de Francia, con mucha intensidad… y nada de suerte. La más clara, de Kimmich, que se atrevió con el disparo desde la frontal del área estrellándolo en la cruceta. Era el minuto 73 y todavía habría tenido tiempo Alemania de buscar el gol del empate. No ha sido posible y en el derroche ofensivo incluso ha podido llegar el tercer de Francia.

Cae la Alemania campeona del mundo, que buscaba la hazaña de levantar dos títulos seguidos. Y la anfitriona, que empezó dejando muchas dudas, se ha plantado en la final por derecho propio y con el cartel indiscutible de favorita a ganar la Eurocopa. Con permiso de Cristiano y compañía.