Portugal fue la única selección que se plantó en los octavos de final sin ganar, ni perder, un partido. Croacia llegó con la moral alta tras su victoria ante La Roja. El lado del cuadro daba a la ganadora como clara aspirante para llegar a la gran final de la Eurocopa.
Croacia tuvo el monopolio del balón en los primeros minutos. Portugal se echó atrás desde el inicio, y es que esa fue la idea de Fernando Santos. El seleccionador portugués hizo muchos cambios en el equipo titular para contrarrestar el centro del campo croata. Siempre un hombre sobre Modric, para anular la creación. Y las dos selecciones sin prisa, y más preocupadas de no desorganizarse atrás y cometer errores, que de hacer daño al rival.
El centro del campo sirvió de escenario para estudiarse. El primer objetivo de Croacia y Portugal era desactivar a la rival y no dejar huecos atrás. La primera ocasión del partido tardó 25 minutos en llegar y fue a balón parado. Portugal sacó desde el costado izquierdo una falta y Pepe, tras el resbalón de Corluka, remató por encima del larguero en el punto de penalti. La selección lusa ya tenía más el balón y durmió el encuentro con posesiones largas y lentas.
Los croatas fueron mucho más verticales. Perisic hizo el primer disparo en una contra. El delantero recortó pero su lanzamiento pegó en el lateral de la red. Croacia se contagió del ritmo y sólo eran rápidos para salir al contraataque y cuando Portugal se despistaba y no hacía falta en el medio del campo.
Croacia y Portugal llegaron al descanso con la bandera blanca que sacaron al inicio del encuentro. Pocas ocasiones, una para cada equipo y a la espera de cazar una oportunidad para obligar al rival a abrirse. El segundo acto arrancó con el mismo plan que los primeros 45 minutos. Croacia quería el balón y Portugal fue de menos a más. Fernando Santos dio entrada a Renato Sanches por André Gomes a los cuatro minutos de la reanudación. El nuevo jugador del Bayern le dio otro aire en el centro del campo. A sus 18 años, con más descaro, animó un poco más a su selección, y con un disparo desde la frontal creó la primera ocasión de la segunda mitad.
Croacia proponía más con su fútbol pero su peligro también llegó a balón parado. Vida se sumó al ataque y el cabezazo del central croata se perdió por el palo largo por unos centímetros. El cansancio fue dejando más espacios y los errores aparecieron. Nani se adelantó a Strinic dentro del área y el defensa croata le dio una patada, pero Velasco Carballo no lo vio y no señaló la pena máxima.
Si la propuesta de las dos selecciones había sido poco fútbol, en los minutos finales, las dos dieron un paso atrás, para no hacer las maletas. Ninguna de las dos había tirado a puerta a los 80 minutos de partido. Llegadas pero sin que Subasic y Rui Patricio tuvieran que intervenir. Los minutos pasaron y ninguna de las dos arriesgó, no lo habían hecho durante todo el partido, no lo iban a hacer en los instantes finales.
Croacia y Portugal firmaron la segunda prórroga de la Eurocopa. La tensión y la emoción por saber quién iba a pasar a los cuartos de final, salvó el pobre juego de las dos selecciones. Kalinic entró por Mandzukic y Quaresma por Joao Mario en Portugal.
La prórroga entraba más en los planes de Fernando Santos que de Croacia. No cambió nada. Todo siguió igual. Sin disparos entre los tres palos, ni ocasiones claras. No era el día de ninguna de las dos. La primera parte del tiempo extra finalizó igual que los primeros 90 minutos.
Y era de esperar que los últimos 15 minutos de juego fueran igual. Y así fue hasta que Quaresma apareció para marcar en el único disparo entre los tres palos. Croacia estrelló el balón en el poste y en la misma jugada, un disparo de Cristiano Ronaldo le dejó el rechace a Quaresma para que marcara el único tanto del encuentro. Portugal está en cuartos de final.