Portugal arrancó con muchas dudas en la Eurocopa, titubeante, y ante Austria tenían que demostrar su verdadero nivel para ver qué esperar a lo largo del campeonato. Y lo hizo con dos saques de esquina seguidos en el primer minuto. Nani arrancó de delantero centro, con Cristiano a la izquierda y Quaresma a la derecha. La primera ocasión clara del partido fue para los lusos. Nani, en una acción individual, se plantó ante Almer pero su disparo raso lo sacó el portero austriaco con la pierna.
El ritmo del partido era lento. Sin velocidad en el toque y sin verticalidad. Austria se encerró atrás y con orden le bastaba para quitarse de encima los ataques portugueses. Con algunos destellos en la frontal, los lusos acariciaron el gol. Guerreiro y Nani hicieron una pared en la frontal y su pase al punto de penalti estuvo a punto de servirle a Cristiano para hacer el primer gol del encuentro. Portugal era dueña, control absoluto, y el tanto sólo parecía cuestión de paciencia. Eso sí, sin demostrar nada del otro mundo.
Austria se defendió la mayor parte del tiempo aunque, muy de vez en cuando, salía a la contra. Alaba, con un lanzamiento de falta, estuvo a punto de sorprender a Rui Patricio. Quaresma era el que más se movió en ataque pero sin suerte. Cristiano no tocaba mucho el balón y cuando lo hacía no tenía suerte y la pelota no entraba. Los lusos tenían que demostrar más, esto es una Eurocopa y todas las selecciones se ponen el mono de trabajo.
Sin muchas soluciones en el banquillo, Cristiano y sus compañeros se marcharon con cara de pocos amigos al vestuario. Portugal no daba con la tecla ante Austria y un empate les podía salir muy caro para la última jornada.
El plan de los lusos no podía ser otro que el de la primera parte, pero con más efectividad. La ansiedad podía ser su peor enemigo si no llegaba el gol. Cristiano Ronaldo era el único que llevaba peligro, con un obús desde fuera del área obligó a Almer a sacar una gran mano y con un cabezazo picado rozó el gol. Las alarmas sonaban cada vez más fuerte por la falta de puntería. Portugal lo intentaba con Joao Mario por Quaresma. Una pieza por otra pero algo tenía que hacer.
Austria esperaba agazapada atrás y sólo se iba al ataque en las jugadas a balón parado. Sólo se jugaba en campo austriaco. Portugal sonrió cuando Hinteregger agarró descaradamente a Cristiano Ronaldo en el área y el árbitro señaló el punto de penalti. El máximo especialista desde los 11 metros podía poner a su selección por delante a falta de 13 minutos para el final. Pero no. El delantero del Real Madrid estrelló el balón en el poste y su selección se vino abajo unos minutos. Tardó en reaccionar y Austria cogió aire para el tramo final.
Portugal se la jugará en la última jornada de la fase de grupos con Hungría, cuatro puntos, por dos de los lusos. Sólo la victoria les aseguraría el pase a los octavos de final. Sin puntería, va a ser difícil que la selección de Cristiano se cuele en la siguiente fase. Les queda un partido, y tienen al máximo goleador de la Champions. Un partido a vida o muerte en la Eurocopa. Los octavos de final empiezan un encuentro antes para Cristiano.