Del clásico en Europa por excelencia salía el tercer semifinalista de la Eurocopa de Francia. Alemania había tenido un camino más sencillo hasta cuartos, pero Italia había respondido muy bien en los encuentros ante Bélgica en la fase de grupos y ante España en octavos. Los dos colosos europeos, con cuatro mundiales cada una, buscaban plaza entre las cuatro mejores selecciones del torneo.
Joachim Löw cambió el sistema para salir con tres centrales e imitar el esquema de Antonio Conte. Italia presionó la salida del balón como ante España y a los alemanes también les costó crear. Tanto que los de Löw no salieron de su área. Neuer no encontraba apoyos y rifaba el balón. La ‘azzurra’ daba su segunda lección magistral seguida de cómo hacer una presión agobiante. Y Alemania le devolvió la misma moneda. El partido era una guerra táctica.
Khedira se rompió en un balón dividido y pidió el cambio. Alemania tenía una baja antes del cuarto de hora. El centrocampista de la Juventus dejó su puesto a Schweinsteiger. No había ocasiones en las áreas, todo se jugaba en el centro del campo. Eder, en una contra, se llevó un codazo en un forcejeo con Boateng, que le tuvo unos minutos fuera del terreno de juego.
Las dos cambiaron la marcha y disminuyeron la presión y la velocidad. Ninguna tenía prisa y se limitaban a esperar a alguna jugada individual para sorprender a Neuer o Buffon. Alemania e Italia parecía que se estaban conteniendo reduciendo los esfuerzos al mínimo y guardándose físicamente para intentar tener un punto más que el rival con el paso de los minutos. Muller ‘despertó’ a Buffon con un disparo manso desde el punto de penalti y los italianos se revolvieron en la siguiente jugada. Giaccherini rompió el fuera de juego con una carrera a la espalda de la defensa alemana y su centro cruzado le quedó a Sturaro, que con un disparo seco estuvo a punto de hacer el primero. No tuvo más la primera parte. Pocas ocasiones, mucho respeto y demasiado juego en el centro del campo.
Más de lo mismo en el inicio de la segunda parte. Ninguna arriesgaba, pero Alemania se encontró con una ocasión muy clara. Mario Gómez bajó un balón de Schweinsteiger y se la dejó con el pecho a Muller. El del Bayern la pegó pero Florenzi sacó bajo palos. Italia endureció el juego y las protestas alemanas ‘rascaron’ alguna tarjeta. Hasta Löw salió del banquillo con gestos a la italiana para pedir las tarjetas.
La probabilidad de que llegara un gol era escasa. Mucho. Pero cuando menos parecía que se podía crear peligro, Alemania golpeó a Italia. Mario Gómez se llevó a la defensa a la banda izquierda, se la dejó a Héctor, y el centro del lateral pegó en un defensa que se la dejó muerta a Özil para que la empujara. Alemania se adelantaba en el marcador e Italia tenía que cambiar de plan sobre la marcha. Ya no le valía especular y esperar.
Con el gol a favor es cuando más se creció Alemania. Buffon apareció para mantener con vida a Italia con una mano en un taconazo de Mario Gómez en el área pequeña. Casi sin distancia entre el delantero y el portero, el italiano sacó la mano para despejar a córner. Los campeones del mundo intentaron esconder el balón para que Italia se viniera abajo físicamente. Löw tuvo que hacer tu segundo cambio por obligación. Mario Gómez dejó el terreno de juego cojeando y Draxler entró por el ‘9’ alemán.
Pero con poco Italia te crea peligro. Y más si Boateng le regala un penalti en un error de patio de colegio. El central del Bayern saltó dentro del área con los brazos extendidos, en cruz, y la pelota le golpeó en el derecho. El árbitro no tuvo que pensarlo y señaló los 11 metros. Bonucci agarró la pelota, el penalti no se lo iba a quitar nadie, y con un lanzamiento perfecto superó a Neuer. Todo estaba como al principio. Empatados pero ya faltaban menos de un cuarto de hora.
Si hasta el gol de Özil, las dos habían arriesgado poco, hasta el minuto 90 lo hicieron aún menos. Conte movió el banquillo para meter oxígeno en la banda y cambió al lateral derecho Florenzi por Darmian. El desgaste físico se empezaba a notar y aún quedaban 30 minutos por delante. Italia ‘resucitó’ con el regalo de Boateng y llegaba al tiempo extra con la moral más alta. El pase a semifinales en el clásico de Europa se iba a la prórroga.
Las dos selecciones tenían el mismo objetivo en la prórroga: tener el balón lo más lejos posible de su portería. Alemania guardaba un mal recuerdo de su último partido ante Italia en un tiempo extra, hace 10 años, en el Mundial en el que era anfitriona venció en el último minuto. Conte movió piezas en el banquillo y salió Insigne en lugar de Éder.
En los primeros 15 minutos extras no se vio ninguna ocasión, las dos miraban de reojo la tanda de penaltis. Y en la segunda, la misma receta salvo un tiro de Insigne a las manos de Neuer. Alemania e Italia se jugaban el pase a las semifinales de la Eurocopa desde los 11 metros. Buffon y Neuer pasaban a ser los actores principales. La selección que mejor controlara los nervios jugaría el próximo jueves para estar en la gran final.
Italia comenzó desde los 11 metros. Insigne asumió la responsabilidad de tirar el primero y engañó a Neuer con mucha tranquilidad. Kroos fue el primer alemán, el centrocampista del Madrid apuró al poste derecho de Buffon y no perdonó. Zaza, que había salido en el minuto 120 de partido, mandó el balón a las nubes. Muller tampoco acertó y Buffon se la paró sin problemas. Barzagli no se complicó y lo metió por el centro. Özil estrelló el balón en el poste. Pellé podía poner a la ‘azzurra’ con un pie en semifinales pero lo tiró fatal y permitió que Draxler igualara la tanda a dos en el cuarto penalti. Bonucci tenía la responsabilidad del quinto y falló. Alemania tenía el lanzamiento para meterse en las semifinales. Los nervios pudieron con Schweinsteiger y había que seguir tirando. El sexto de Italia lo lanzó Giaccherini en Italia y Hummels en Alemania, los dos marcaron. Ya era el séptimo penalti. Parolo lo volvió a tirar por el centro y lo marcó. Kimmich se acercó a los 11 metros con cara de nervios pero no lo demostró, lo ajustó al poste y lo metió.
De Sciglio tampoco falló pero con algo de suerte, la pelota se coló después de golpear en el palo. Boateng era el encargado de seguir en los penaltis. El central del Bayern tampoco falló. Darmian tiró el noveno y Neuer lo adivinó y lo detuvo. Italia estaba al borde del precipicio otra vez. Héctor lo lanzó raso por el palo izquierdo, Buffon se tiró para ese lado pero no lo pudo atrapar.La campeona del mundo se las verá contra el ganador del Francia-Islandia el próximo jueves a las 21.00 horas en Telecinco, Mitele.es y la App de Mediaset Sport.