La anécdota del Suiza – Francia la pusieron las camisetas de los helvéticos. Sólo en el primer tiempo, hasta cinco elásticas tuvieron que ser repuestas por rotura. Cierto que los franceses agarraron en todas esas jugadas a sus rivales, pero en un torneo de estas características uno esperaría una calidad textil algo mayor.
Dzmaili, Embolo, Mehmedi y Xhaka, por dos veces, vieron su camiseta hecha jirones antes del descanso por culpa de los agarraones franceses. Las cámaras se recrearon en el roto de Xhaka, el más aparatoso, después de que Pogba decidiera no esperar al final del partido para el intercambio de camisetas con su rival.