Las verduras son esenciales dentro de una dieta saludable. De hecho, la recomendación de las autoridades sanitarias es que en nuestros platos no falten dos raciones de verdura al día. Claro que, encontrar el tiempo para hacer la compra y preparar un plato sano y rápido no siempre es fácil. La verdura congelada es la solución para comer sano todo el año, sin complicaciones y sin perder tiempo pelando y cortando.
Conocemos muy bien las ventajas de comer vegetales frescos y de temporada, pero es hora de desterrar mitos acerca de la verdura congelada. No solo garantizan el buen estado del producto y mantienen sus nutrientes, sino que pueden hacernos la vida mucho más fácil. En Mercadona lo saben y cuentan con una cuidada selección de verduras congeladas. ¡Descubre todas sus ventajas!
Si te preocupa que las verduras congeladas pierdan sus nutrientes es hora de desterrar esa idea. El proceso de ultracongelación se realiza después de la cosecha, cuando aún están frescas, para que preserven sus nutrientes más importantes. Por lo tanto, son ricas en vitaminas, minerales y antioxidantes, muy beneficiosos para nuestra salud.
Puede que una de las cosas que más pereza te den a la hora de cocinar con verduras es tener que lavarlas, pelarlas y trocearlas. Pues eso es algo que te puedes ahorrar con las verduras congeladas, ya que vienen preparadas para que las puedas utilizar directamente en tus guisos. ¿Te imaginas evitar el enrojecimiento de ojos y las lágrimas al partir la cebolla? Con la congelada sí es posible.
Si a la comodidad unimos la calidad, ya tenemos la combinación perfecta. Los Proveedores de Mercadona plantan las mejores semillas en los mejores campos para el producto y lo recolectan en el momento óptimo. Tras un cuidado proceso de selección y limpieza, se preparan para una ultracongelación que permite el envasado en las mejores condiciones.
Aprovechar la verdura de temporada es un acierto, pero disponer de ella todo el año es un lujo a tu alcance gracias a la ultracongelación. La verdura congelada tiene una vida útil prolongada, así que puedes almacenarla en tu congelador disfrutar de comer, por ejemplo, alcachofas aunque no sea su temporada.
La verdura congelada, al ir limpia, troceada y en bolsas, ocupa muy poco espacio, y esto es una gran ventaja, sobre todo cuando contamos con un espacio de almacenamiento limitado. Además, el tamaño de la bolsa está adaptado a la cantidad de uso habitual, por lo que varía dependiendo de si es perejil, brócoli o pimiento troceado.
El desperdicio de alimentos es uno de los problemas a los que nos enfrentamos a la hora de combatir el cambio climático, por no hablar de que tampoco beneficia a la economía del hogar. El sistema de envasado de la verdura congelada permite que solo uses la cantidad que necesitas y puedas guardar el resto de nuevo en el congelador. Así podrás guardar inmediatamente el producto que no vayas a utilizar.