Cuando pedimos un deseo, cuando damos un abrazo o un beso, cuando nos sentimos protegidos o cuando esperamos una sorpresa. Hay un detalle común a todos estos instantes: una reacción muy natural que solemos tener al experimentarlos. Lo hacemos de forma instintiva, así que puede que nunca te lo hayas planteado. Pero no es casualidad que en todos estos momentos cerremos los ojos.
Tal vez es que para apreciar algunas cosas no sea necesario tenerlos abiertos. Lo que de verdad importa, en buena parte de las ocasiones, puede percibirse en la esencia de algo que no se percibe a simple vista y en las sensaciones de aquello que de verdad pueda conectar contigo. Esto sucede también en el mundo de la perfumería, en el que el verdadero valor no se puede apreciar a simple vista. Y es lo que quiere reivindicar La Perfumería de Mercadona con su última campaña ‘Lo que importa no se ve’.
Normalmente, cuando tenemos un perfume delante nos fijamos en su diseño, en su fabricación, en la marca: en lo que nos sugiere visualmente, en definitiva. Pero muchas veces la esencia parece quedar en un segundo plano, ocultando todo lo que hay detrás de la confección de un cosmético de estas características.
Crear un perfume es un proceso complejo. Son varias las fases que hay que seguir para encontrar con esa esencia adecuada, un resultado óptimo que trascienda más allá de lo que simplemente nos entra por los ojos. La labor de muchos profesionales, la selección de los mejores ingredientes o el talento de los especialistas en la materia son algunos de los elementos necesarios para obtener ese aroma único.
Por eso, se quiere poner en valor La Perfumería de Mercadona, para que los “jefes” (como denominan a los clientes) conozcan el minucioso proceso de elaboración que hay detrás de las más de 100 referencias de fragancias y cosméticos de Mercadona disponibles en la sección. La calidad es lo que hace únicos sus productos, y por ello se siguen una serie de pasos tendentes a satisfacer al cliente.
Primero, intentando descifrar las necesidades y preferencias de los consumidores. Escuchar a los “jefes” en los centros que la compañía tiene es clave para saber qué quieren en esta primera etapa de captación. A partir de ahí, esa información pasa a un período de definición, al trasladarse al departamento de Compras para que busque a los mejores proveedores especialistas en los que poder apoyarse.
En tercer lugar llega la fase de creación propiamente dicha, en la que los perfumistas emplean los mejores ingredientes y recursos para diseñar propuestas de calidad que cumplan con las necesidades reflejadas y con la mayor excelencia. A continuación, pasamos a la selección de las mejores propuestas y, por último y tras comprobar la valoración de los clientes, solo las que responden a lo que ellos quieren saldrán finalmente a la venta.
Un proceso largo y meticuloso que supone grandes cantidades de trabajo y esfuerzo, pero del que solo vemos la punta del iceberg y que debe ser reivindicado. Lo esencial, como se decía en ‘El Principito’ es en muchas ocasiones invisible a los ojos, pero es importante: ¡ciérralos y descúbrelo en tu Mercadona más cercano!