Tirso no ha encajado muy bien que su nieta esté saliendo con Nelson, un joven latinoamericano, tampoco le gusta que se hayan colado a vivir en la casa de su vecina... pero el ferretero ha ideado un plan y necesita la ayuda de Gladys.
El ferretero quiere entrar en el local de Sandro pero no le va a ser fácil, levantan muchas sospechas. Así que la única manera que se le ocurre es utilizar a Gladys. Tirso se planta en la puerta de su casa y la invita a salir. Ella no entiende muy bien esta invitación después de haberles insultado.
Le explica que quiere invitarla a tomar algo porque quiere celebrar una cosa: ha decidido contratar a Nelson en la ferretería.