Después de que Tirso le cuenta que ha sido él quien ha tirado la droga por el fregadero de la cocina, Ezequiel va rápidamente a contárselo a Sandro.
El capo está más que molesto tras conocer que su droga ha desaparecido. Y el policía intenta convencerle de que no pasa nada, que tiene otros 60 kilos más que le acaban de llegar.
Sandro no está dispuesto a que la gente piense que Nelson, un chaval, le ninguneado un kilo de caballo, así que la solución no es otra que matarlo. Pero no lo va a hacer él, lo va a hacer Ezequiel porque, para eso, le tiene contratado.
Ezequiel le intenta disuadir pero Sandro no le escucha, "lo matas por la falta de respeto, no podemos permitir que nos falten al respeto así", sentencia.