Gladys se acerca a la iglesia para pedir comida en el banco de alimentos, y se lleva una gran sorpresa al descubrir quién está allí también. Es el hijo de Tirso. La madre de Nelson se acerca a él para preguntarle que qué hace allí, y Santi no tiene más remedio que mentir.
El hijo de Santi está pasando graves problemas económicos, el sueldo que gana en el bazar chino no le llega hasta fin de mes, y se ha visto obligado a pedir comida.
Para que Gladys no le cuente la verdad a su padre, Santi se inventa que pensaba que esa cola era para hablar con el cura. Él realmente había ido para reservar una fecha para la comunión de su hijo.