Tirso ha decidido declararle la guerra a Sandro tras la violación de su nieta. Tras quemar el narcopiso, el ferretero y sus amigos descubren que ahora pasan la droga en la discoteca del narco. Así que idea un plan para poder acceder al local, pero va a tener que pedir ayuda a Gladys.
Una vez dentro, el ferretero investigará y localizará dónde esconden la heroína. Pero Ezequiel sabe que su inspectora está también detrás de Sandro y Tirso podría meter la pata y estropear todo el operativo.
Antes de que lo vea, el policía le intercepta y le ayuda a salir del local de incógnito para que Amanda no le descubra. Con pelucas y en una despedida de soltera, así consigue no levantar sospechas.