Amanda tenía las manos atadas contra Sandro, no tenía pruebas ni ninguna denuncia contra él. La inspectora va a ver a Tirso para pedirle que colabore y les ayude a detenerlos, además van quemando furgonetas por el barrio y pegando palizas. Le pide que testifique y para que Sandro vea que no todo el mundo le tiene miedo. Pero Tirso se niega, solo va a haber algo que le va a hacer cambiar de opinión: su conversación con Ezequiel.
El policía le revela que la gente sabe que han violado a Irene, y la única manera que tiene para pararle los pies va a ser con una denuncia. Finalmente, Tirso dará la cara y le pedirá a Amanda que su nieta esté fuera de todo este asunto.
Ahora Amanda sí que puede ir a por el narco. Mientras estaba jugando una partida póquer, la policía entra en su sala de fiesta y le detiene… Ahora sí que tienen un motivo para ir a por él.