Irene y Nelson tienen una cita nocturna en pareja, después de que Gladys se ofreciera a cuidar al niño durante el resto del día.
¿El lugar de la cena? Un restaurante italiano, aunque la cita no es muy larga porque Irene tenía demasiado sueño. Nelson bromea con que se estaba quedando dormida encima del plato y que, de hecho, “tiene un trozo de pepperoni en la frente”.
De camino a casa, Nelson cuenta a Irene que va a tener un sueldo más alto de lo que pensaba en la fundación de Maica, que le gustaría que tuvieran una casa propia y… ¡le propone matrimonio! ¿Aceptará Irene esta propuesta?