La muerte de Rocío Jurado fue uno de los momentos más duros que ha tenido que afrontar su hija. Rocío Carrasco, que ya había perdido a su padre, el exboxeador Pedro Carrasco, se quedaba sola y destaca los sentimientos tan complicados que la invadieron.
En el último capítulo de 'En el nombre de Rocío', cuenta lo sola que se encontró: "Fueron días de vacío... el sentimiento que experimenté era que en ese momento me había quedado huérfana. Cuando murió mi padre fue una pérdida grandiosa, pero me quedaba que la tenía a ella y que tenía un sitio donde agarrarme. Cuando ella ya se fue, sentí que no tenía absolutamente nada".
Además, desvela que su único apoyo fue su marido y da el motivo por en que no se refugió en sus tíos: "Mi gran apoyo fue Fidel. Con Amador yo había perdido la confianza porque sabía que todo lo que le contase se iba a terminar sabiendo. Gloria siempre ha sido muy rara y yo sabía que no... porque una persona que el mismo día que han enterrado a tu madre te dice que ese mueble se lo llevaría a Sevilla...", ha desvelado Rocío Carrasco.
Pero Rocío Carrasco no solo tuvo que afrontar la pérdida de su madre, ya que también se dio cuenta de que estaba perdiendo a su hija: "En el momento que murió mi madre, me di cuenta de que también me estaba quedando sin mi hija", asegura.