El 1 de junio dará comienzo el verano meteorológico, que se extenderá hasta el 31 de agosto. ¿En qué se diferencia del astronómico y con qué tiempo llega a España la estación?

Las estaciones astronómicas, las del calendario, comienzan con los equinoccios (primavera y otoño) y los solsticios (verano e invierno). Pero en meteorología la cosa funciona de otra manera, y las estaciones empiezan antes (y también acaban antes). Esto tiene una explicación.

El verano meteorológico es el periodo de tiempo que va desde el 1 de junio hasta el 31 de agosto. El astronómico, en cambio, siempre comienza entre los días 20 y 22 de junio (este año lo hará el día 21), y termina entre el 21 y el 24 de septiembre (en 2023 lo hará el 23), con el inicio del otoño.

Esto es así porque, si bien el día más largo (el de más horas de luz solar del año) cae en torno al solsticio de verano, debido a la inercia de la atmósfera las temperaturas más altas no se alcanzan hasta aproximadamente tres semanas más tarde, en el ecuador de julio, que cae justo a mitad del verano meteorológico.

Lo mismo ocurre en invierno. El astronómico comienza con el solsticio de diciembre, el día más corto del año, pero en promedio los días más fríos no llegan hasta mediados de enero.

El verano de 2022 fue el más cálido en unos cien años o más en España, desde que se tienen registros, además de uno de los más secos. Esa sequía continuaba esta primavera de 2023, incluso algunos municipios vivían su sequía meteorológica más duradera e intensa en desde al menos 1970, según datos de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).

Pero las cosas han cambiado en las últimas semanas de mayo de 2023. El estancamiento de un potente anticiclón “en el norte de Europa, en el entorno de las islas británicas, obliga a las bajas presiones a circular próximas a nuestras latitudes, lo que garantiza un tiempo inestable”, ha comunicado el portavoz de la Aemet, Rubén del Campo.

Este tiempo inestable, con chubascos tormentosos, localmente fuertes y acompañados de granizo en amplias zonas de la Península y Baleares, así como ambiente más fresco de lo habitual (salvo en el norte, donde hace entre 25 y 30 ºC), va a continuar las próximas semanas.

Es decir, nos adentraremos en el comienzo del verano meteorológico 2023 con tiempo más frío y húmedo de lo habitual.

Y, según el modelo ECMWF, las lluvias no serán algo exclusivo del mes de junio. Las previsiones apuntan a un trimestre de junio, julio y agosto de 2023 con precipitaciones por encima de la media en España, una buena noticia frente a los incendios de veranos anteriores y la sequía.

No obstante, las temperaturas serán más altas de lo habitual, con un porcentaje bastante fiable, de entre el 70 y 100 %, por lo que podríamos tener otro verano sofocante, en línea con los últimos años.