Bill Gates lo tiene claro: para enfriar el planeta hay que ‘tapar’ el Sol
El proyecto de la Universidad de Harvard recibe financiación de Bill Gates, entre otros
La iniciativa de geoingeniería solar SCoPEx pretende fletar un globo a la estratosfera
A 20 km de altitud, esparcirá carbonato de calcio, que en teoría bloqueará los rayos solares
El cambio climático se acelera. La temperatura global cada vez se acerca más al peligroso umbral de 2ºC por encima de la era preindustrial, y lo hace rápidamente. Por ello, las mentes más brillantes del mundo hace tiempo que buscan la manera de frenarlo. Entre ellos Bill Gates, que está entre los fundadores de una iniciativa que propone ‘tapar’ el Sol para enfriar el planeta Tierra. Así es como quiere hacerlo.
¿Tapar el Sol? Pero, ¿es eso posible? Pronto lo averiguaremos. La Universidad de Harvard ha recibido el permiso de la Corporación Espacial Sueca para llevarlo a cabo este año desde la ciudad ártica de Kiruna en Suecia.
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El proyecto de geoingeniería solar SCoPEx
Se trata del proyecto de geoingeniería solar SCoPEx (traducido ‘El experimento de perturbación controlada estratosférica’), financiado por varias fundaciones, entre ellas la de Bill Gates, cofundador de Microsoft.
El experimento comenzó como una asociación entre el químico atmosférico James Anderson de Harvard y el físico experimental David Keith, quien se mudó a la universidad en 2011, recopilaba la revista 'Nature'. Más tarde se unió a ellos Frank Keutsch, científico de Harvard.
Su idea gira en torno al carbonato de calcio, un compuesto ubicuo que se usa en todo, desde papel y cemento hasta pasta de dientes y mezclas para pasteles. Los investigadores fletarán un globo a 20 km de altitud con dos kilos de este elemento y un par de hélices que circulará por la estratosfera mientras rocía el polvo blanco.
El objetivo: que devuelva parte de los rayos solares al espacio, de manera que no lleguen a calentar la Tierra.
Paralelamente, “se medirá la eficacia con la que las nubes resultantes bloquean la luz solar, al tiempo que rastrea cualquier efecto en el aire en la atmósfera superior”, explica en un documento el Grupo ETC. “Si bien actualmente se desconocen los impactos ambientales, los efectos políticos del proyecto, sin embargo, son los más importantes: si se permite que los experimentos continúen, legitimarían la geoingeniería y nos acercarían un paso más a un bloqueador solar global y más geoingeniería en la región”, añade.
Críticas al proyecto
Como era de esperar, no han faltado voces contrarias a la primera prueba del experimento, que tendrá lugar entre junio de 2021 y la primavera de 2022.
“La sociedad sueca está pidiendo cada vez más soluciones reales e inmediatas al cambio climático”, declaraba en 'Reuters' Nicklas Hällström, director del grupo de expertos verde sueco 'WhatNext?'. "El proyecto de Harvard representa el polo opuesto, ya que podría crear la impresión de que es posible continuar con el uso de combustibles fósiles", continuaba.