Dispuestos a acabar con Moncho y Ruth, y conseguir ser los propietarios de su chalecito con vistas, Juanjo y Amaya trazan una trama contra ellos e intentan simular que están amenazando a Alsacio para que les echen del pueblo. Sin embargo, Cándido sorprende al constructor y su novia pintando con carmín rojo de Chanel la puerta de su paisano y decide expulsarles del pueblo de forma inmediata. Amaya está encantada con la idea porque prefiere vivir en Parla que en Peñafría, pero Juanjo no tiene más remedio que suplicar porque no tienen ningún otro lugar para ir.