Cada vez parece más evidente que Pablo siente algo por Laura. A pesar de tener una relación de amor-odio, el exempresario no puede controlar sus pensamientos y, en la noche, da rienda suelta a su imaginación.
En sueños, Pablo se ha bañado desnudo con Laura en el río y los dos han terminado besándose (y más cosas) bajo el agua. Al despertar, Nacho se ha extrañado de la "pesadilla" de su amigo y de la peculiar forma en la que ha reaccionado su cuerpo: “Tienes la tienda de campaña montada”, ha comentado sobre lo que asomaba por debajo de las sábanas.