Desbordado por la llegada de tanta chica guapa y modernidad a Peñafría, el Ovejas no sabe ni a que atender, pero su corazoncito le guía hacía doña Elisa. El paisano ha sentido una fuerte atracción hacía su nueva vecina y no duda en hacer por ella todo lo que necesite. El amor puede surgir durante un paseo en coche o un ratito de espera en la parada del bus.