De camino a Peñafría y con el fin de calmar los ánimos de sus nuevos amigos y vecinos de la ecoaldea, Moncho y Ruth deciden hacer una parada en el camino para darles la bienvenida con un divertido y espiritual juego. Proponen a sus nuevos amigos presentarse e identificarse con un animal. Juanjo tiene claro que él es una hormiga porque es muy trabajador, Amaya acepta ser una zorra porque es lista y astuta, Echegui es una cabra montesa, Nacho un toro…