A Juanjo se le ocurre robar el burro de Arsacio para acercar los ladrillos y el material de obra que le han traído para comenzar la construcción de su hotelito rural. Una idea que no le hace ninguna gracia a Amaya, pero que no es comparable con saber que ella va a ser la que remueva el cemento para construir su nueva casa. Por si tuvieran poco con todo lo que les está sucediendo, doña Emilia les sorprende en plena noche con el burro del Arsacio.