Doña Emilia está enganchada a la tele digital, no puede parar de verla. Tiene tantos canales y programas que ya casi no duerme con tal de ver el “demonio de la tele”.
Mientras estaba liada cambiando los canales, doña Emilia sufre un desmayo y Cándido, Arsacio y María se la llevan en el coche al médico, y justo cuando estaban subiendo la cuesta se les estropea el vehículo, pero ¡milagro! Aparece el cura en ese momento y se la lleva a la casa de socorro. Tras este incidente, el consistorio decide prohibir cualquier artilugio tecnológico en Peñafría.