Amaya y Maca son probablemente las dos habitantes de Peñafría que peor se están adaptando a la vida rural. Ambas están enfadadas con sus familiares por haberles arrastrado hasta el pueblo y han puesto en marcha un plan para hacerles ver que no dependen de ellos.
¿De qué se trata? ¡Del robo perfecto! Subidas en una bicicleta, se han desplazado hasta la ciudad más cercana y han robado productos de un ultramarino para venderlos en el pueblo. Amaya ha sacado la gran actriz que lleva dentro ¡y ha hecho un papelón digno de un Goya para distraer al tendero!