Amaya se vio obligada a mudarse a Peñafría cuando Juanjo perdió todo su dinero. La urbanita nunca ha terminado de adaptarse a la vida en el pueblo y lo cierto es que su relación con Juanjo tampoco es ningún cuento de hadas. Amaya apostó por el amor pero tiene la sensación de que ha perdido la partida. Ahora debe decidir: ¿Está realmente enamorada de su marido?
Amaya vendía cervezas para el concierto ‘Rock in Peñafría’ cuando ha conocido a Tomás, un atractivo técnico de sonido. La frustrada actriz no ha podido evitar caer en las redes de su nuevo amigo y, al final, los dos han acabado tonteando y hablando de planes de futuro.
“Hay que ser gilipollas para no querer hacerle un niño a una mujer como tú, además de guapa eres graciosa. Lo tienes todo cariño”, han sido algunos de los piropos que han vuelto loca a Amaya.
A escondidas de Juanjo, Amaya ha planeado una cita con Tomás y se ha subido en su moto para poner rumbo al pueblo más cercano. El pretendiente le ha regalado los oídos de una manera descarada y ella ha empezado a olvidarse de las razones por las que aún continúa con Juanjo.
"Eres la futura madre de mis hijos", le decía Tomás coqueteando.
Así que, decidida a romper con su vida anterior, Amaya ha escrito una carta de despedida a Juanjo y ha abandonado su casa para fugarse con Tomás.
“Gordi, te dejo porque he conocido a alguien mucho más guapo y más joven que tú. Me he enamorado de otra persona, he sido muy feliz contigo, bueno al principio porque el último año ha sido una mierda, pero me quedo con lo bueno. Te quiero”, escribía de su puño y letra.
Pero las prisas no son buenas y Amaya ha terminado descubriendo que su príncipe azul es más sapo que caballero. Durante el concierto, Amaya ha pillado a Tomás enrollándose con Maca y se ha dado cuenta del error garrafal que estaba a punto de cometer. “¡Pensar que iba a dejar a mi gordi por este imbécil!”, ha dicho antes de abalanzarse a golpes contra Tomás.
Al final, Amaya ha vuelto a casa con su marido pero no ha podido evitar que Juanjo lea la sentimental nota de despedida. “¿¡Me ibas a dejar!?”, le ha preguntado él con cara de cuadro.
Amaya le ha explicado que solo ha sido un “impulso tonto” y le ha contado toda la verdad, omitiendo el pequeño detalle de que Tomás se había liado con otra: “Me he quedado contigo, tenías razón, él es un guaperas caradura y tú eres más feo pero me valoras”, ha confesado en los brazos de Juanjo.