Los vecinos del barrio de Malasaña de Madrid denuncian que no pueden dormir por los ruidos que genera una discoteca de una de las calles, se quejaban de que la fuerte música y los gritos se alargaban hasta las seis de la mañana, ahora con el cierre del ocio nocturno tienen una tregua, pero saben que volverán los ruidos cuando se permita su reapertura.
Los vecinos, además son conscientes de que es una discoteca ilegal, antes era un club de alterne, ahora ha cambiado de actividad y no tiene ni licencia ni aforo regulado para ello. Lo más grave es la salida de emergencia, no da a la calle como debería, sino a un patio de vecinos cerrado, algo que preocupa mucho a los miembros de este inmueble, podría producirse una desgracia si en algún momento tuviera que utilizarse esta salida, no funcionaría como debería, es una autentica ratonera.
En la calle la situación también es crítica, cientos de jóvenes se agolpan en la puerta, se escucha mucho ruido, gritos y hay una gran acumulación de basura,sin mascarilla, ni distancia de seguridad, incluso hacen sus necesidades. Esto no ha cambiado desde que se pudieran abrir los bares con el coronavirus y es lo que los vecinos quieren denunciar, que no cumplen las normas y que cualquier día podría pasar algo más grave.