Jordi Magentí sospechaba que los mossos habían pinchado el teléfono de su hijo para escuchar sus conversaciones. Este le llama para advertirle de que las autoridades se encuentran buscando el arma del crimen.
Él responde sin dar demasiados detalles, con una actitud aparentemente tranquila. Asegura no está implicado en el asesinato por lo que no le importa lo que haga la policía. Su hijo intenta que sea consciente de la situación advirtiéndole de que los mossos tienen la mirada puesta en dos belgas y en un coche blanco aparcado en el lugar del crimen. "Y habrán pesando en aquello...Ya sabes como son esa gente. Vienen de buen rollo, pero vas a ver como vienen y nos dan por culo", le dice.
El presunto asesino le pide que no vuelva a llamarle por teléfono e inventa una posible excusa por la que se encontraban en la zona. "Cuando eso hablamos con el jefe de ahí. Que estábamos cortando leña y que diga él". Más tarde llama a su madre y le informa de lo ocurrido. Tiene miedo de que la policía haya interceptado las llamadas con su hijo.
La declaración de Jordi Magentí al juez: "Escuché dos disparos en la montaña"
Este programa muestra la declaración que Jordi Magentí, el único acusado por el crimen de Susqueda, hizo de forma voluntaria ante el juez. El presunto asesino de Marc y Paula respondió únicamente a las preguntas de su abogada. En su declaración, Magentí se atreve a insinuar que su colaboración con los mossos pudo desencadenar su detención. Asegura que escuchó dos disparos "arriba en la montaña", mientras él estaba pescando en el pantano y se delata al decir que estuvo en La Rierica el día del doble crimen del pantano. Al final de su declaración, Magentí se muestra muy nervioso y está a punto de llorar.