El improvisado búnker en el que se esconde Sol Macaluso debido a los aviones rusos: "Sobrevuelan este área, la situación es tensa"
"La situación es cada vez más tensa a medida que pasan las horas"
"Los aviones rusos están sobrevolando este área, la gente desconfía de nosotros por nuestra profesión"
"Las sirenas suenan muy seguidas, hoy hemos bajado dos veces al refugio"
Sol Macaluso conecta en directo desde Leópolis, ciudad de Ucrania, con 'El programa de Ana Rosa'. La periodista se encuentra en una localidad que empieza a estar seriamente amenazada por el ejército ruso y explica cómo se esconden para no sufrir ningún percance.
La reportera explica a Patricia Pardo que en la ciudad de Leópolis "las sirenas no paran de sonar, cada vez que suenan nos tenemos que ir al refugio por precaución". Sin embargo, durante una parte de la conexión las alarmas han saltado y la periodista confiesa algo nerviosa: "Cuando terminemos la conexión nos vamos para el búnker". Cuando terminemos la conexión nos vamos para el búnker".
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"La situación es cada vez más tensa a medida que pasan las horas", detalla Macaluso a Patricia Pardo. De hecho, la periodista explica que los propios ucranianos desconfían de la prensa: "Tenemos que andar por la calle sin cámara ni micrófonos porque nos intimidan".
La reportera declara que la ciudad en la que se encuentra existe mucho nerviosismo porque "los aviones rusos están sobrevolando este área y la gente de Leópolis desconfía mucho de nosotros, por nuestra profesión", argumenta debido a las sospechas de los civiles a que la periodista pase información al bando de Putin.
Un bunker improvisado y el miedo de los ucranianos
Sol Macaluso explica que en Leópolis "sí hay abastecimiento, pero cada vez suenan las sirenas más seguidas, hoy ya hemos tenido que bajar dos veces al refugio".
"El refugio en el que nos escondemos está justo debajo del hotel, los empleados te piden por favor que bajes al refugio y que permanezcas hasta que acaben las sirenas", comenta Sol. Luego añade sobre el lugar en el que se esconden: "Es el restaurante del hotel que está de forma subterránea y hace de búnker".
En cuanto al tiempo que deben permanecer a resguardo, Macaluso dice: "Eso lo marca el personal del hotel, ellos nos dicen cuándo tenemos que bajar y salir. Eso sí, percibimos que el personal empieza a reducirse por voluntad propia y ya solo quedan cuatro trabajadores".