La okupa violenta de Sabadell que atacó sin piedad a una anciana en plena calle, la tiró al suelo y, mientras estaba la víctima indefensa, la zarandeó para quitarle el teléfono móvil. La protagonista de la agresión ha hablado desde la puerta de la casa que okupa y deja bien claro que no recuerda la agresión.
La okupa achaca el motivo del enfrentamiento con la anciana porque el marido de Fina, la víctima, supuestamente la habría acosado: "Este vecino a mí me acosaba sexualmente desde hacía años, yo lo denuncié unas 50 mil veces, era un infierno". El reportero, tras hablar con la familia de la víctima, dice: "Es verdad que hubo una denuncia, que se archivó y ni siquiera llegó a trámite".
La entrevistada en ningún momento se echa la culpa, reconoce la discusión y posteriormente la caída de la mujer al suelo: "Ella me mordió el brazo, ella se cayó por detrás y yo tuve que estar en prisión". Sin embargo, en las imágenes se muestra cómo la víctima es empujada ferozmente hacia el suelo y luego zarandeada para quitarle el teléfono.
"Cojo el móvil para llamar a la ambulancia, por eso salí otra vez, porque yo el mío no lo encontraba, esa es mi versión", explica la protagonista escondida tras una puerta. Sin dar la cara, justifica que agarró y golpeó a la anciana, cuando esta estaba inmóvil en el suelo, para ofrecerle "ayuda".
Las imágenes hablan por sí solas, sin embargo la okupa no se cree nada de lo que se muestra en el vídeo: "Está manipulado, las imágenes están manipuladas, yo no recuerdo haberle dado ese empujón, ella se estaba tambaleando y se cayó para atrás".
Además, la entrevistada sigue en sus trece y da fuerza a la versión de que todo es una manipulación: "Si lo hubiese hecho sí me arrepentiría, ya se lo dije a la policía, pero es que te lo juro que yo no me acuerdo que hubiese hecho eso".
Por último, la mujer confiesa que no es una okupa puesto que "estoy aquí, que es la casa de mi ex, entre comillas estoy de okupa porque mi marido no me da el dinero y no tengo a dónde ir". Luego, añade: "Cuando me pague el dinero que me debe me iré, es la ley".
Además, la señora matiza que sufre problemas psicológicos entre lágrimas: "Tengo depresión y ansiedad". Y viniéndose abajo con el reportero reconoce: "No me considero agresiva".