La desaparición de Manuela Chavero en Monesterio, un pueblo de Badajoz, se producía hace cuatro años y ahora, La Guardia Civil, después de muchas investigaciones volvía a su casa que permanecía intacta desde aquel momento, que en la tarde de ayer detenía al presunto culpable de su asesinato, un chico de unos 30 años.
Este hombre ha confesado en su declaración policial que participó en la muerte de esta chica y donde podría encontrarse el cuerpo. Al parecer era un vecino de Manuela y que ella podría conocerle muy bien, Los investigadores lo tenían en el punto de mira desde hace meses y tenían varias pruebas contra él. Además, hace unas semanas la familia de Chavero recibía una carta anónima que apuntaba a una persona en concreto y en la que cuenta que sabe perfectamente como ocurrió la desaparición, carta que desencadenó nuevas investigaciones y lo que hizo que fueran de nuevo al punto cero, la casa de la chica. El presunto asesino vivía a tan solo tres casas de Manuela, en aquel momento tenía 24 años y ha declarado que fue una muerte accidental, que se asustó y que por eso se deshizo del cuerpo.
Ahora ya ha marcado el lugar donde la enterró, una finca que ya no es de su propiedad y que está a unos 7 km de Monasterio. Eugenio, el presunto agresor, es definido como solitario e introvertido por la gente que le conoce, es huérfano de padre y puede saberse que sus padres se divorciaron cuando era niño y parece que esto fue complicado para él y se queda viviendo con el padre. Cuando el padre muere por una enfermedad hace unos años, vende el piso en el que vivían y se va a vivir a la casa de la urbanización en la que era vecino de Manuela, a la que conocía desde hace años y con la que se sospecha que estaba obsesionado. Ahora siguen las investigaciones y empieza la búsqueda del cuerpo de Manuela, que puede dar pistas de el motivo de la causa de su muerte.