Fue una encerrna. Así define el abogado de Montserrat González y Triana Martínez la declaración en las que sus clientas confesaron ser las autoras del asesinato de Isabel Carrasco. Según el escrito presentado por el letrado, la policía engañó a sus defendidas diciéndoles que saldrían libres si confesaban antes de que llegara su abogado. Por este motivo, solicita que se declaren nulas sus confesiones, ya que se consiguieron mediante engaños y, por tanto, vulnerando sus derechos fundamentales, y todas las pruebas obtenidas a partir de dichas declaraciones.
Les prometieron que harían desaparecer el arma
Según el abogado de Montserrat y Triana, los policías que hablaron con sus clientas les afirmaron que eran amigos de su marido y padre respectivamente y que tenían la orden de ayudarlas. En su escrito, el letrado asegura que estos policías les explicaron que si colaboraban Triana saldría en libertad provisional y se enfrentaría a una pena reducida. Pese al ofrecimiento, inicialmente ellas solicitaron esperar a su abogado pero los policías les dijeron que si no declaraba en ese momento no podrían ayudarlas porque se iniciaría la máquina judicial y todo sería por escrito y según manda la ley. Tras esto, ambas confesaron que el arma se la habían entregado a una amiga a lo que los policías les dijeron que si su amiga entregaba el revólver ellos harían que apareciera en un aalcantarilla para no implicarla.
Ya no colaborarán con la justicia
En su escrito, el letrado anuncia que sus defendidas se negarán a partir de ahora a colaborar con la justicia por lo que el careo que se estaba preparando no podrá celebrarse hasta que se levante el secreto de sumario. Por su parte, la policía niega que Montserrat González y Montserrat GonzálezTriana declararan
Podrían haber utilizado a Raquel Gago
¿Qué implicación tiene Raquel Gago en el crimen de Isabel Carrasco? La policía local ha reconocido que tomó café con Triana el día del asesinato y que había quedado con ella más tarde porque ambas estarían en la misma zona de León. Según ha trascendido, Gago hizo unas compras, hizo una llamada a un taller de coches e hizo una gestión bancaria. Luego se encontró con un vigilante de la hora y mientras charla con él recibe una llamada de Triana. Minutos más tarde Triana llega y le pide que le abra el coche. A las 18.45 minutos, Gago recibe una llamada que le informa de la detención y no le cuenta a su compañero que había visto a Triana. Dos semanas después del crimen, los investigadores creen que Montserrat y Triana pudieron utilizar a Raquel Gago como elemento de su coartada.