El informe psiquiátrico presentado por la defensa de Montserrat González y Triana Martínez recoge las reflexiones de madre e hija, que justifican sus actos por una situación de resentimiento. "La mala hierba hay que cortarla. Solamente he hecho justicia. Era necesario que muriese, era una perra mala", le ha dicho Montserrat a los médicos que la han atendido.
Montserrat no puede diferenciar entre el bien y el mal
Para Montserrat y Triana, matar a Isabel Carrasco era necesario. "No había más remedio que eliminarla para poder vivir tranquilas. Solo he hecho un bien por la humanidad", dicen Montserrat, que según los médicos sufre el síndrome de los locos razonadores, lo que la hace incapaz de discernir entre el bien y el mal.
Respecto a Triana, los médicos aseguran que la dependencia de su madre es tan elevada que le invalide ante un posible reproche moral. Además, su personalidad se caracteriza por permitir que otras personas tomen las decisiones importantes en su vida. Además, se destaca la inteligencia de madre e hija que son autosuficientes, prácticas y realistas.
Finalmente, el informe asegura que Montserrat se siente vacía, no quiere tener relacionarse con nadie en prisión y teme al futuro por hechos que ha cometido. Por su parte, Triana se siente "harta de la vida y para ella ésta no tiene fundamento ni propósito."