La acusación no ha podido probar la implicación de Raquel Gago. Así lo entiende el abogado de Raquel Gago, Fermín Guerrero. "Las acusaciones que se vertían y se siguen virtiendo sobre Raquel no han quedado acreditadas. Al que acusa le corresponde la carga de la prueba y deberían haber demostrado todo lo que se le imputada y a mi juicio no ha quedado acreditado", ha dicho Fermín Guerrer, que ha asegurado que su cliente está esperanzada. "Raquel está angustiada porque viendo cómo se desarrolló el juicio y la fase de instrucción, tienes que estar preocupado y esperanzado de que el jurado haya podido ver lo que es evidente para todos."
"Mantengo que Raquel es inocente." Fermín Guerrero sigue confiando en Raquel Gago y espera que el jurado también lo haga. "No se ha podido probar lo que no ha sucedido y espero que los miembros del jurado sin contaminaciones externas lo pueda ver igual", ha dicho Fermín Guerrero, que cree que el fiscal mantendrá la acusación. "Creo que el fiscal debería modificar la petición de pena hasta reducirla a la nada pero no sé si pensará lo mismo pero considero que no porque a lo largo de la instrucción se han hecho diversas pruebas, algunas con un resultado muy positivo, y la posición de las acusaciones no se ha alterado. Confío que se pueda reconsiderar lo que ha sucedido y mantener una posición distinta."
Además, el letrado ha asegurado que la acusación se basa únicamente en conjeturas. "Las acusaciones que desde un primer momento no se han acerditado. Son hipótesis, conjeturas, frases sueltas que se intentan unir para justificar las acusaciones pero no hay ninguna cohesión en ningún plan efectuado por Raquel porque ella no tiene nada que ver salvo unas cuestiones casuales que han quedado acreditadas."
"Raquel sufrió una disonancia cognitiva"
Respecto a la reacción de Raquel Gago, Fermín Guerrero ha asegurado que sufrió una disonancia cognitiva. "La prueba más conviccente fue la del perito, que explicó lo que padeció Raquel cuando se entera que una amiga íntima puede estar implicada. En ese momento sufre lo que el psiquiatra ha concluido que es una disonancia cognitiva, que ante un suceso extraordinario tiene una negación insconsciente de la realidad, su mente no es capaz de asumir ese hecho y se produce una distorsión entre lo racional y lo emotivo. No es algo consciente y deliberado. Su mente iba marcando las pautas de negación de esos hechos que le afectaban tanto", ha dicho el letrado, que ha insistido en que no todo el mundo reacciona de la misma manera frente a determinadas situaciones. "Lo normal sería llorar o perder los nervios pero otras personas se van y siguen su vida normal. El policía local no está preparado para ningún tipo de bloqueo, no hay ningún trabajo que te dé la suficiente preparación para asimilar de una forma racional un hecho tan grave. Nadie está preparado para eso y nadie sabe cómo va a reaccionar. Las acusaciones tienen que probar lo que dicen. Hay situaciones extraordinarias y anómalas pero otra cosa es que sean ciertas las acusaciones. La clave es que ante un hecho extraordinario no todo el mundo no reacciona de la misma forma. El hecho condiciona la forma de actuar. No es tan extraño lo que le ocurrió a Raquel con la personalidad que tiene. Ser policía no atribuye a la persona la condición de superhombre o supermujer. Son personas normales."