Un hombre ha sido detenido en Cee, un pueblo de Coruña por pasear descalzo a las seis de la mañana, con un chaleco antibalas y varias armas cargadas: una pistola y un Kaláshnikov. El detenido se saltó la orden de alejamiento demandada por su ex mujer y asegurando que unos sicarios quieren acabar con su vida. Unos vecinos intentan tranquilizarlo mientras grita por la calle: "¡Que me quieren matar!". La Guardia Civil detiene al sujeto y lo ingresan el psiquiátrico de Oza. Antes de la llegada de las autoridades, el sujeto intenta entrar en varios locales y un hotel.
En 'El Programa de Ana Rosa' se ha trasladado hasta la localidad del suceso. Según la investigación, una de las armas tiene título de fusil rectificado, por lo que se toma legalmente como arma de caza. Además, se cree que el detenido tuvo ese comportamiento como efecto de un ataque psicótico por dejar su medicación.
La redactora Carmen Chao habla con el encargado de uno de los locales afectados, Carlos Lagoa. El invitado cuenta lo sucedido: "Mi compañero me dice: no abras, no abras que hay una persona armada por la calle y no sabemos lo que está pasando".
El hostelero asegura que al final no ha pasado nada grave: "Gracias a Dios no pasó nada, solo hay daños materiales".
El invitado explica que al principio nadie se creía que las armas fueran reales: "Se habló de que eran ficticias o de fogueo, luego se sospechó que eran de verdad".
Carlos termina aclarando que podría haber acabado muy mal la situación: "Aunque el arma es más una escopeta, si te dan con la culata en la cabeza te hacen la muerte inmediata más que un disparo en la pierna".